sábado, 31 de mayo de 2014

¿Qué significa tener diastasis de rectos?

Durante el embarazo se produce una distensión de toda la musculatura abdominal a medida que nuestro bebé y nuestro útero van haciéndose más grandes. En algunos casos solamente se debe a una debilidad de la musculatura de la faja abdominal propia del postparto, pero en otros casos se puede unir además una diástasis (separación) de rectos (los músculos a los que coloquialmente nos referimos como “tableta”).

Entre los rectos abdominales se encuentra la línea alba, una banda de tejido conectivo, cuya función es mantenerlos unidos. Si este tejido ha resultado dañado durante el embarazo o el parto no volverá a cumplir su función por lo que entre los rectos abdominales habrá una separación más o menos grande que provocará esa antiestética barriguita.
Es habitual que un porcentaje muy alto de mujeres padezcan esta patología durante el último trimestre del embarazo y normalmente se resuelve espontáneamente unas semanas después del parto pero no en todos los casos es así.

Diagnostico

Hay una prueba muy sencilla para saber si tenemos una diástasis y además nos la podemos hacer a nosotras mismas. Tenemos que tumbarnos boca arriba en el suelo y con las piernas flexionadas y en esta posición comenzaremos a hacer un abdominal tradicional, levantaremos la cabeza del suelo para que nuestros abdominales se pongan en tensión. En esta posición debemos colocar nuestros dedos índice y corazón por encima de nuestro ombligo y presionar ligeramente hacia dentro. En este momento deberíamos notar que los abdominales no nos dejan hundir los dedos hacia el abdomen pero si nos encontramos con que no hay resistencia y nos caben dos dedos o más entre ambos rectos es probable que tengamos una diástasis abdominal. Repetimos la prueba en el propio ombligo y por debajo de este.



Tratamiento

Lo primero de todo es consultar con un fisioterapeuta especializado que pueda hacer una valoración más exhaustiva de nuestro problema y que nos dirá las posibles soluciones.

  • Si la diástasis es muy grande y hay riesgo de padecer una hernia umbilical (la diastasis por sí sola no es lo mismo que una hernia)  la mejor solución es la cirugía. Mediante una operación se vuelven a unir los rectos para evitar problemas en un futuro. 
  • Pero si la diástasis no es demasiado grande se puede llegar a mejorar bastante con un buen trabajo de fortalecimiento de la faja abdominal. Los abdominales clásicos están prohibidísimos ya que la sobrepresión que se crea en el abdomen favorece la separación de los rectos. Un buen ejercicio para tratar la diástasis es la gimnasia abdominal hipopresiva (de la que hablaremos más próximamente) ya que consigue fortalecer la faja abdominal al completo sin aumentar la presión en el abdomen.

Es muy importante tratar este problema, no sólo por el riesgo de hernias si no porque a la larga puede producirnos desde una lumbalgia crónica hasta problemas de incontinencia urinaria o fecal.

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