viernes, 18 de enero de 2013

Que hacer cuando nuestro bebé tiene conjuntivitis en los primeros dias de vida


La conjuntivitis del recién nacido (o conjuntivitis neonatal) es una infección de la membrana que rodea los párpados y la parte visible del ojo. Se produce cuando se inflama la membrana transparente que mantiene los ojos húmedos y los protege de agresiones externas. Es decir, cuando se inflama la “conjuntiva”. Esta conjuntivitis aparece en los primeros 28 dias de vida
La conjuntivitis neonatal casi siempre es causada por:
  • Un conducto lagrimal obstruido
  • Infección por bacterias o virus  
  • por irritación.
Las bacterias que normalmente viven en la vagina de una mujer pueden causar una forma leve de conjuntivitis neonatal. Sin embargo, una infección por otras bacterias o virus puede ser muy grave.
  • Las bacterias más comunes que pueden causar daño ocular grave son la gonorrea y la clamidia, las cuales pueden pasar de la madre al niño durante el nacimiento.
  • Los virus que causan el herpes genital y oral también se le pueden transmitir al bebé durante el nacimiento y ocasionar daño ocular grave. Las infecciones oculares por herpes son menos comunes que las causadas por gonorrea y clamidia.
La madre puede no tener síntomas en el momento del parto, pero ser portadora de las bacterias o virus que pueden causar conjuntivitis en el recién nacido.
Síntomas
Los bebés recién nacidos infectados suelen presentar secreción en los ojos entre el primer día y las dos semanas después del nacimiento.
Los párpados y la parte blanca de los ojos (conjuntiva) están hinchados, rojos y sensibles.






Imagenes de elpuericultor.com
El bebé puede tener una secreción acuosa (lagrimeo), sanguinolenta, espesa o purulenta en los ojos.
Se suele dar la acumulación de abundantes “legañas” tras el sueño, incluso llegando a sellar los ojos.




Si el tratamiento se retrasa, se pueden formar llagas en la córnea que dañan la vista de forma permanente.
Causas de la conjuntivitis
En la mayoría de los casos, la conjuntivitis neonatal se contrae al atravesar el canal del parto y los organismos responsables son, en general, las bacterias que habitualmente habitan en la vagina, aunque también podría ser de origen vírico o con otras causas:
  • Las Clamydia, un tipo de bacteria pequeña, constituyen la causa más frecuente de conjuntivitis neonatal (conjuntivitis por inclusión). La conjuntivitis causada por Clamydia habitualmente se desarrolla entre 5 y 14 días después del nacimiento. La infección puede ser leve o grave y puede producir cantidades de pus variables.
  • El Streptococcus pneumoniae. La conjuntivitis causada por esta bacteria puede comenzar de 4 a 21 días después del nacimiento y puede o no producirse pus.
  • El Hemophilus influenzae. El comienzo de la conjuntivitis y sus efectos son iguales que en el anterior caso.
  • La Neisseria gonorrhoeae, bacteria que causa la gonorrea. La conjuntivitis causada por la bacteria de la gonorrea (conjuntivitis gonocócica) aparece entre 2 y 5 días después del nacimiento, o incluso antes si las membranas se rompieron prematuramente y la infección tuvo tiempo de comenzar antes del parto. Si se conoce que la madre del recién nacido tiene gonorrea, el niño recibe una inyección del antibiótico ceftriaxona para prevenir la infección gonorreica en los ojos y en cualquier otra parte del cuerpo.
También pueden ser causantes de conjuntivitis los virus como los adenovirus y el herpes. El herpes simple es la causa vírica más frecuente, y puede infectar sólo el ojo o también otras partes del cuerpo. En casos graves, puede desarrollarse una infección muy peligrosa que afecta a todo el cuerpo y el cerebro.
Además el recién nacido puede padecer conjuntivitis debido a los productos químicos (se ven principalmente en el recién nacido después del uso de medicamentos para el ojo para prevenir otros problemas, cuando reacciona a dichas gotas y puede desarrollar una conjuntivitis química) o a las alergias.

Pruebas y exámenes
El médico llevará a cabo un examen oftalmológico en el bebé. Si el ojo no parece normal, se pueden hacer los siguientes exámenes.
  • Cultivo de la secreción del ojo para buscar bacterias o virus
  • Examen con lámpara de hendidura para buscar daño a la superficie del globo ocular
¿Cómo puedo saber cual es la causa de la infección?
El médico examinará los ojitos de tu pequeño y te preguntará cuáles son sus síntomas. A continuación incluimos algunas causas posibles:

Un virus: Si, además de la conjuntivitis, tu hijo tiene síntomas de resfriado, es muy probable que la infección sea viral. Los virus son la causa más común de la conjuntivitis.

Una bacteria: Si los ojitos de tu pequeño producen una secreción amarilla y espesa que hace que sus párpados se hinchen o se peguen, probablemente la conjuntivitis se deba a alguna de las bacterias estafilococo, estreptococo o haemophilus.

Un alérgeno: Si notas que los ojitos de tu hijo están hinchados, llorosos y rojos, y además le gotea la nariz, es posible que esté manifestando una reacción alérgica a un agente irritante como el polvo, el polen o el humo (las reacciones alérgicas son poco comunes en bebés menores de 1 año). Si bien las reacciones alérgicas no provienen de una infección, pueden derivar en una si tu hijo permanece expuesto al agente irritante que la genera.

Tratamiento

Conjuntivitis bacteriana
El tratamiento, si se confirma la conjuntivitis, depende del tipo de bacteria que haya causado la infección. El tratamiento normalmente incluye gotas o pomadas antibióticas para los ojos, compresas templadas en el ojo y una higiene adecuada cuando se toquen los ojos infectados.
Los antibióticos generalmente se necesitan para las infecciones oculares causadas por bacterias. También se pueden emplear gotas y ungüentos oftálmicos. Las gotas oftálmicas con solución hidrosalina se pueden utilizar para remover la secreción amarilla y espesa

Si la causa es una bacteria, el médico te recetará una pomada o gotas antibióticas para que las coloques en los ojitos de tu hijo durante 7 días aproximadamente. Quizás la pomada te resulte más fácil de aplicar que las gotas: lávate las manos, luego desliza el párpado inferior de tu niño un poquito hacia abajo con suavidad y aplica una franja de pomada a lo largo del párpado (la pomada sale del tubo cuando presionas, así que sólo necesitas buena puntería). Cuando tu hijo parpadee, la pomada entrará en su ojito.

Si estás utilizando gotas, apunta el gotero hacia la comisura interna del ojito de tu niño. Posiblemente te resulte más fácil ponerle las gotas cuando el ojo se encuentre cerrado. Cuando tu niño abra el ojito, el medicamento se esparcirá.

Lava tus manos antes y después de aplicar la medicina a los ojitos de tu pequeño. Nunca compartas con nadie los medicamentos ni uses pomadas o gotas viejas: probablemente ya no estén estériles y podrían empeorar la infección.

Asegúrate de administrarle el tratamiento completo de antibióticos que le haya recetado el médico, incluso después de que los síntomas hayan desaparecido. De lo contrario, la infección podría reaparecer.

El médico seguramente te recomendará que le laves los ojitos a tu niño con agua tibia y retires suavemente la secreción seca, ya que la acumulación de secreción infectada puede disminuir la eficacia del antibiótico. Puede ser que tu pequeño se sienta también aliviado si pones una compresa tibia sobre sus ojitos.
Conjuntivitis viral

Conjuntivitis viral 

Habitualmente desaparece por sí sola en aproximadamente una semana. El médico te recomendará que mantengas limpia la zona, lavando suavemente los ojitos con agua tibia y retirando la secreción seca. Si tu pequeño no mejora en dos semanas, infórma a tu médico.

Si tu hijo tiene conjuntivitis viral o bacteriana, quizás se sienta aliviado con una compresa tibia. Simplemente moja un paño limpio en agua tibia y colócalo sobre los ojitos de tu pequeño (un buen momento puede ser mientras se alimenta si le das el pecho, o mientras le lees un cuento o le pones música relajante).
Una infección del virus herpes puede resultar más grave y puede provocar cicatrices en el ojo y pérdida de la vista. El oftalmólogo podría prescribir además medicamentos orales. También se le podría administrar fármacos antivíricos por si el virus ya se ha expandido hacia el cerebro y otros órganos o está a punto de hacerlo.
Los ungüentos o gotas oftálmicas antivirales especiales se utilizan para las infecciones herpéticas del ojo.
El resto de conjuntivitis víricas normalmente no requiere tratamiento. El médico puede recetar gotas antibióticas para los ojos, para ayudar a disminuir la posibilidad de una infección secundaria.
Los ungüentos con corticosteroides no son utilizados en los recién nacidos porque pueden empeorar gravemente las infecciones por Clamydia y las causadas por el virus del herpes simple.
En cualquier caso, y aunque por lo general la conjuntivitis se soluciona sin problemas, los papás debereis estar atentos para detectar la conjuntivitis en el recién nacido y empezar a actuar cuanto antes para evitar complicaciones.


Advertencia: Tanto la conjuntivitis bacteriana como la viral son extremadamente contagiosas. Para evitar la propagación de esta clase de infección, será necesario que te laves las manos cada vez que termines de curarle los ojitos a tu niño. Separa sus toallas, prendas de vestir y ropa de cama de las del resto de la familia, y lávalas con frecuencia.

Si llevas a tu hijo a una guardería infantil, deberás averiguar si la política del establecimiento te permite que lo envíes cuando aún tiene síntomas (algunos centros de cuidado infantil permiten que los niños regresen luego de 24 horas de tratamiento; otros, no aceptan la reincorporación hasta que la secreción ocular haya desaparecido por completo.)

Conjuntivitis alérgica
Como la conjuntivitis alérgica es consecuencia de la exposición de tu bebé a una substancia irritante, será necesario que identifiques el alérgeno y mantengas a tu niño alejado de él.

Si tu hijo tiene conjuntivitis alérgica y sus ojitos lo están haciendo sentir incómodo, una compresa fría puede aliviarlo un poco.

Posibles complicaciones
  • Inflamación del iris
  • Perforación o cicatriz en la córnea, la estructura transparente que está sobre la parte coloreada del ojo (iris)
  • Neumonia
  • Ceguera
Prevención
El tratamiento de una mujer embarazada con enfermedades de transmisión sexual previene la conjuntivitis causada por estas infecciones en el recién nacido. Dependiendo de la infección, la madre puede recibir antibióticos por vía intravenosa (IV).
En España es rutinario el poner pomada antibiotica en los ojos de todos los bebés en la sala de partos inmediatamente después de su nacimiento para ayudar a prevenir muchas de estas infecciones. Sin embargo, ninguno de los medicamentos, es siempre capaz de prevenir la conjuntivitis por Clamydia.
 Se recomienda practicar una cesárea cuando una madre presenta lesiones herpéticas activas en el momento del parto para prevenir una enfermedad grave en el bebé.

Obstruccion del conducto lagrimal  
El conducto lacrimal es muy fino, y en los bebés más.
Muchos nacen con uno o los dos taponados. El ojo le llora todos los días.

Otros no lo tienen totalmente taponado, pero es estrecho y se atasca con facilidad. El ojo le llora con frecuencia, pero no todos los días.

Suele mejorar poco a poco, y la mayoría lo tienen ya abierto antes de los 4 meses.

Pero si vemos que pasa el tiempo y para los 4-6 meses no mejora, conviene que lo vea el oftalmólogo, por si tienen que abrírselo. Si un conducto lacrimal obstruido no se ha destapado cuando el niño cumple un año de edad, se puede requerir cirugía.

Mientras tanto para intentar que se vaya abriendo solo y evitar que se infecte:

- Cuando tiene secreción al levantarse, échale un poco de suero, deja que se ablande y límpiala con una gasita húmeda. Intenta no frotar demasiado.

- Parece que dar masajes en el huequecito que hay entre el ojo y la nariz puede ayudar a que el conducto lacrimal se abra. Esto generalmente se intenta antes de comenzar con antibióticos.

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