miércoles, 15 de enero de 2014

¿Es beneficioso la musica para el bebe durante el embarazo?

guiademama.com
Hoy en día se habla de estimular al bebé desde que está en el vientre, pero ¿sabemos cómo hacerlo? ¿Desde cuándo? ¿Qué beneficios tiene? ¿Qué tipo de música es la más recomendada en esta etapa?

La idea de la estimulación prenatal no es nueva. Desde que en los años 60 se comenzó a estudiar con animales de laboratorio, se han realizado considerables progresos y en la actualidad se conocen mejor los mecanismos que intervienen. Los conocimientos sobre este tipo de estimulación ya se aplican a bebés desde hace más de una década, aunque no de una forma general por el momento.

El instinto de madre nos orienta a comunicarnos con nuestro bebé hablándole, y acariciando nuestro vientre, porque algo nos dice que él nos está escuchando y sintiendo y que existe entre ambos una forma de comunicación maravillosa e inigualable.

Por desgracia, toda estimulación se lleva a cabo a través de los sentidos, y un bebé en el vientre materno no es capaz de ver, no puede ser tocado, y apenas si percibe gustos y olores pero a partir de la semana 20 de embarazo ya puede oír. Por ello, aunque el pequeño aún no pueda comprender las palabras que su mamá le dice, es recomendable hablarle, ya que sí capta la musicalidad, el tono y el sentimiento que la mamá pone en las palabras que le dedica. El oído es el único sentido sobre el que se puede llevar a cabo la estimulación prenatal, y en él se basa precisamente este tipo de estimulación.

Escuchar música durante el embarazo tiene numerosos beneficios tanto para la madre, como para el bebé:

  • Se ha podido observar que ante la música los bebés responden, a través del cambio en el ritmo cardíaco, cambios en los patrones de respiración, movimientos de cabeza, tronco, ojos, brazos y piernas, gestos en sus expresiones faciales. Todas estas reacciones, aún antes de nacer y durante la primera infancia, llevan a concluir que el bebé desde el vientre materno empieza a aprender, puesto que el aprendizaje empieza cuando se distingue alguna actividad física, emocional o intelectual. Estas reacciones también dependerán del tipo de sonido y su intensidad, si hay un ruido violento, se sobresaltan al igual que un adulto lo haría, experimentando diferentes sensaciones.


  • También estimula  la producción de endorfinas en la madre. 


A través del oído, la música actúa sobre todo el ser humano, poniendo en marcha resonancias vibratorias que activan millones de células cerebrales, favoreciendo el desarrollo del cerebro. El cerebro de un bebé se desarrolla plenamente durante la segunda mitad del embarazo, una estimulación adecuada supone darle al bebé una ventaja con la que enfrentarse al mundo, ya que se actúa sobre su estructura neuronal en el momento idóneo, justo cuando es más maleable. Se realiza durante la segunda mitad del embarazo porque durante la primera mitad, sus sentidos aún no están desarrollados y es necesario que lo estén, pues esta estimulación sólo funciona a través de los sentidos.
El aparato auditivo se termina de desarrollar aproximadamente al tercer mes y medio, a partir de ese momento comienza a captar los sonidos intrauterinos y entre el cuarto y quinto mes se encontrará apto para captar sonidos del exterior, a partir de esta etapa ya puede ser estimulado por los diferentes sonidos. Hay que resaltar que los sonidos dentro del útero son diferentes a como los podemos oír nosotros, ya que los atenúa el liquido amniótico y antes de llegar al feto deben atravesar la pared abdominal de la madre.

En consecuencia, los primeros sonidos que escuchará el bebé son los intrauterinos, los que por naturaleza provee la madre: Los latidos de su corazón, sus ruidos respiratorios e intestinales, su voz; es de allí donde proviene esa tranquilidad que nos induce los sonidos rítmicos del oleaje marino o el tambor grave y lento que mimetizan los sonidos respiratorios y cardíacos escuchados en el útero. Por eso es tan importante hablarle al bebé, durante la etapa de embarazo. Por naturaleza el niño reconocerá la voz de la madre después de nacer y se sentirá más tranquilo y seguro, ya que la habrá sentido durante todo el periodo prenatal y por eso es también importante que el padre lo haga. Las voces de ambos y la música que escogemos para estimular quedarán en la memoria del bebé como aquellas experiencias placenteras, llenas de cariño y afecto o lo contrario, si es que han sido asociadas a momentos de tristeza o displacer.

Algunos estudios científicos afirman que el bebé es capaz de recordar hasta el año las melodías que ha escuchado mientras estaba en la barriga de su mamá.

¿Por qué estimular tan pronto?
Se ha visto que tras los primeros diecisiete días de concepción, el feto empieza a desarrollar las primeras conexiones sinápticas (conexiones entre las neuronas), que determinarán la estructura de su cerebro. Asimismo, se ha comprobado que la estimulación prenatal favorece el incremento de estas conexiones sinápticas. Durante el octavo mes del embarazo, tu hijo dispondrá de entre dos y tres veces más células nerviosas de las que cualquier adulto pueda tener. Sin embargo, antes del parto más de la mitad de sus neuronas habrán muerto y seguirán muriendo a un ritmo menor durante sus primeros años.
La muerte neuronal es un proceso totalmente normal, cuya causa parece encontrarse en la falta de conexiones sinápticas que la neurona establece. Si no existen estímulos, no se establecen conexiones, y la célula acaba aislada y termina por morir. La idea de la estimulación es crear el mayor número de conexiones posibles, disminuyendo con ello la muerte celular. Cuantas más neuronas y conexiones tenga un bebé al nacer, mayor será su futuro potencial de desarrollo.

¿Qué tipo de música es más adecuada durante el embarazo?
La música está compuesta de dos elementos fundamentales: El ritmo y la melodía que pueden integrarse gracias al funcionamiento del oído interno y que a su vez está compuesto por dos sistemas: el sistema vestibular y el sistema coclear.

El sistema vestibular controla el equilibrio y los movimientos corporales y se evidencian en el niño cuando es capaz luego de escuchar la música, expresar su ritmo musical, es decir bailarla o marchar al compás de la misma. Gracias al sistema vestibular la música tiene tanto impacto sobre nuestro cuerpo.


El sistema coclear es el que permite la transformación de vibraciones acústicas en influjos nerviosos que permiten la percepción de la melodía de la música o el sonido.

Escuchar es vital para garantizar el proceso de los aprendizajes tempranos. El desarrollo del proceso del lenguaje depende de cómo se ha estimulado auditivamente a los niños y niñas de edad temprana, dicho en otras palabras, de cómo hemos enseñado a escuchar a los niños. Antes que el niño comience a balbucear o expresar sus primeros sonidos guturales, el niño ya habrá entrenado su oído para enfocar los sonidos del idioma de sus padres, ya habrá aprendido a escuchar las estructuras del lenguaje que les permiten asimilarlas y memorizarlas.

Después de haber estudiado durante años las reacciones del feto en relación a la música, el investigador inglés Michele Clements llegó a la conclusión de que la música barroca, sobre todo los sonidos armónicos y agudos de Vivaldi y de Mozart, calman y relajan al niño.
Las conclusiones de Clements se confirmaron con las investigaciones de Don Campbell, autor del libro Efecto Mozart, en el cual relatan los experimentos que demuestran cómo la música del compositor austriaco y, en general, la música barroca, estimulan las nuevas conexiones de neuronas en el cerebro de los niños, porque son ricas en simetrías y en modelos recurrentes que consiguen desarrollar tanto el hemisferio derecho como el izquierdo, completando sus funciones.
Gordon Shaw, neurobiólogo de la Universidad Irvine en California,es otro de los “padres” del efecto Mozart, que apuntaba a principios de los años noventa que la actividad musical refuerza las vías neuronales implicadas en las habilidades espacio-temporales de la corteza cerebral. Este autor  dijo: "Al escuchar música clásica, los niños se estimulan, ejercitan neuronas corticales y fortalecen los circuitos usados para las matemáticas. La música estimula los patrones cerebrales inherentes y refuerza las tareas de razonamiento complejo".

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El sonido de los instrumentos que están en frecuencias más agudas provoca una vibración en la cadena de huesecillos del aparato auditivo del bebé que le permite oír ese sonido. Y los de frecuencias muy baja y grave son los que más se perciben, pero no los que más se oyen, ya que los atenúa la pared abdominal que sí deja pasar su vibración, permitiendo que se sientan. Los sonidos de los instrumentos de cuerda son los que más se oyen. El violín se oye, pero no provoca vibración en el embrión o feto; en cambio el violonchelo se oye y además provoca vibración.

El sonido del arpa no provoca vibración a través del líquido; sin embargo, el bebé en el útero puede oír su sonido y la mamá puede relajarse, ya que tiene la virtud de armonizar, tranquilizarla. Podríamos decir que el bebé por nacer, le causa tanto placer como a un adulto oír las gotas de lluvia sobre un techo.

Al margen del tipo de música que se elija, lo más importante son las emociones que despiertan en la madre. Si la música le causa placer o la tranquiliza, le permite expresar su amor, deseos y anhelos, esas emociones y sensaciones son las que serán transmitidas al bebé. No hay contraindicaciones si es que se toman las precauciones necesarias sobre el volumen y el cuidado del bebé.

Con la música fortalecemos el vinculo de la madre con el bebe, promovemos su bienestar, concentración, memoria, lenguaje gusto por la música, estimulamos su cerebro en el momento más importante de su vida. Dispón de un momento para ti y tu bebé, un ambiente de relajación especialmente para el contacto entre ambos y toma conciencia de las sensaciones físicas y placenteras que la música provee.
Sus ritmos y sus melodías estimulan, además, la creatividad y las áreas del cerebro especializadas en favorecer la motivación.

En general, con la estimulacion prenatal se han observado mejoras en los siguientes aspectos:
Los bebés naces más relajados, con los ojos y manos abiertas, y lloran menos
Duermen y se alimentan mejor
Son capaces de concentrar su atención durante más tiempo y aprender más rápidamente
Sus habilidades para el lenguaje, la música y la creatividad son superiores
Son más curiosos y captan y procesan la información más rápidamente
Demuestran una mayor inteligencia en su edad escolar
Por otra parte, no se ha apreciado en ningún caso efectos secundarios por este tipo de estimulación, ni a nivel físico, psíquico o social. Las primeras experiencias datan de hace casi veinte años y los bebés pioneros, hoy ya mujeres y hombres, fueron evaluados durante su infancia y juventud sin observar más que las ventajas derivadas de la estimulación prenatal.

miércoles, 8 de enero de 2014

Lactancia despues de mastectomía

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Una madre parcialmente mastectomizada, con tratamiento de quimioterapia y radioterapia posterior, va a poder amamantar a su bebé de ese pecho, además de poder hacerlo con el otro pecho. Como mucho, según el grado de exéresis o irradiación que haya sufrido, ese pecho puede producir menos leche, pero la que produzca no tiene por qué ser de mala calidad.

En la literatura médica no hay ni un solo artículo publicado en contra de la lactancia tras haber padecido un cáncer de pecho, más bien al contrario, prestigiosos médicos de diversos campos de la medicina, incluidos oncólogos y sociedades médicas apoyan a las madres que quieren lactar tras tan terrible experiencia.
La bibliografía existente al respecto, la mayoría en inglés, pero de fácil traducción, es inequívoca: es posible amamantar tras un cáncer de pecho y ello no entraña ningún peligro ni para la madre ni para el hijo, sea del pecho sano, como del que resultó afectado.

A excepción de los casos en los que se realiza amplia cirugía en ambas mamas, las mujeres que han tenido algún procedimiento en los senos, en su gran mayoría, no tienen problemas para amamantar ni más riesgo de presentar complicaciones. Sin embargo, si esto te preocupa o tienes alguna pregunta al respecto, habla con tu ginecólogo o con una matrona especializada en la lactancia antes de que nazca el bebé.

En la mayoría de casos, la leche materna es ideal para el bebé porque contiene el equilibrio perfecto de nutrientes. La leche materna es más fácil de digerir que la leche comercial de fórmula y contiene anticuerpos que refuerzan el sistema inmune del bebé. Por ello, la mejor recomendación para toda nueva madre es que amamante a su bebé.

Las mamas se componen de tejido conectivo, que comprende una red de lóbulos con glándulas lácteas capaces de producir leche y unos conductos diminutos (conductos lácteos) que transportan la leche hasta el pezón. Para poder amamantar bien, los conductos lácteos y nervios de la mama deben funcionar adecuadamente. La cirugía de las mamas, a veces, puede dañar esos conductos y nervios; pero en casos de  mastectomía parcial, lo positivo es que todavía podrás amamantar a tu bebé aunque algunos nervios y conductos lácteos de las mamas estuviesen dañados a consecuencia de la extirpación del tumor mamario.

En ciertos procedimientos, como biopsias mamarias e inclusive la cirugía para reducir el tamaño de las mamas, el método quirúrgico utilizado también puede ayudar a garantizar que la lactancia sea una alternativa factible en el futuro. En la mayoría de casos, a menos que todos los nervios y conductos sufran daños, la mujer todavía puede amamantar sin tener ningún problema vinculado a la cirugía del seno misma.

Lo que puede dificultar o imposibilitar la lactancia son los procedimientos quirúrgicos que afectan los conductos lácteos y nervios o aquellos que interfieren de manera importante con el pezón, a pesar de que hasta en esos casos, la lactancia todavía podría ser eficaz con un solo seno. Las mujeres en esa situación necesitan recibir más apoyo con la lactancia porque amamantar con un solo seno podría ser un asunto complicado, pero trabajar con una matrona o enfermera especializada en lactancia puede ayudarlas a sobrepasar los obstáculos de la lactancia.

La mastectomía parcial (lumpectomía o tumorectomía) y otras operaciones de las mamas no aumentan el riesgo de complicaciones durante la lactancia, tales como quistes lácteos (galactoceles) o inflamación e infección de las mamas (mastitis). Esas afecciones comunes no se presentan con más frecuencia entre quienes se sometieron a cualquier cirugía mamaria que entre las demás madres que amamantan a sus hijos.

Dado el historial médico de estas mujeres, es importante que vigilen estrechamente cualquier cambio en sus senos. Si durante o después del embarazo notaras algún nuevo bulto, bolita, dolor u otro cambio raro, consulta a tu médico a fin de evaluar el asunto lo antes posible.

La lactancia materna no sólo es beneficiosa para el lactante, al mejorar su estado inmunológico y reforzar los lazos madre-hijo, sino que es muy positiva también para la mujer, al mejorar su autoestima, la autopercepción y aceptación de su nueva imagen corporal. Del mismo modo, repercute positivamente en las relaciones sexuales y de pareja, fortaleciendo de este modo los lazos familiares.

lunes, 23 de diciembre de 2013

¿ Qué es el reflujo en los bebés?

preguntasalpediatra.com
Es perfectamente normal que un bebé eche un poquito de leche (regurgite) casi todas las veces que se alimenta, e incluso que vomite todo de vez en cuando, sin motivo aparente y sin previo aviso. De hecho algunos bebés escupen leche con mucha frecuencia cuando se alimentan y no muestran ninguna señal de que están enfermos. Esto se llama reflujo y la gran mayoría de los bebés, al cumplir un año, ya lo han superado.

El reflujo, también conocido como bocanadas de leche, afecta a los bebés, principalmente después de las tomas, ya sean de leche materna o de biberón.

La regurgitación se diferencia del vómito porque en éste el alimento sale por la boca con fuerza, de manera violenta y espasmódica, y es más abundante. De hecho, las regurgitaciones suelen ser  tan escasas que no impiden que el niño siga cogiendo peso.


El esófago es un canal muscular, que conduce los alimentos de la boca al estómago. En la parte inferior de ese músculo, está el esfínter que funciona como una válvula que se abre para que el alimento pase al estómago, y se cierra para evitar que el alimento vuelva o ascienda hacia arriba. Pero cuando este esfínter que separa el esófago del estómago no funciona bien, debido a su inmadurez o a su debilidad, como en el caso de los bebés, el alimento acaba por volver al esófago y de ahí a la boca, provocando acidez y vómitos. Eso es lo que ocurre cuando el bebé sufre de reflujo, un trastorno digestivo muy común en los bebés (propio de los seis primeros meses de vida).

Esto es totalmente normal... salvo que la cantidad sea excesiva (más que una cucharada), el bebé esté molesto, esté afectando su respiración o realmente se trate de un vómito tipo proyectil. En ese caso, puede tratarse de reflujo gastroesofágico, un mal que afecta hasta a un 40% de los bebés.

El reflujo gastroesofágico ocurre cuando los ácidos del estómago suben hacia el esófago y causan dolor al bebé. Todos/as los/as bebés recién nacidos/as tienen un poco de reflujo pero hay algunos en que los síntomas son más severos. Los/as bebés con reflujo gastroesofágico pueden estar quisquillosos y llorar de tal manera que parecen tener cólicos. Muchos de los/as bebés que en generaciones anteriores se tildaban de que tenían cólicos en realidad lo que tenían era reflujo. Muchas veces están inconsolables durante estos episodios y causa mucha frustración en los padres el no poder consolarlo/a. No es hasta años recientes que los médicos han comenzado a apreciar este problema como fuente de angustia en el/la bebé.

Las consecuencias más comunes del reflujo gastroesofágico en los bebés son la esofagitis (el esófago se irrita fácilmente si entra en contacto con los jugos gástricos) y las complicaciones respiratorias (con violentas crisis de tos en el niño). La consecuencia es que el esófago se inflama y produce en el niño una sensación de ardor muy molesta. Por este motivo, el pequeño llora con frecuencia. En los casos más graves, la inflamación profundiza en la pared del esófago y, cuando se cura, su cicatriz puede provocar un estrechamiento de dicho órgano.

Si el bebé no está subiendo de peso adecuadamente, se enferma frecuentemente de las vías respiratorias, siente mucha irritabilidad, no quiere tomar leche y su tez toma una tonalidad morada, puede ser motivo de preocupación, en esos casos sí puede estar indicando la presencia de una enfermedad grave. En este caso es preciso acudir al pediatra y nunca, bajo ninguna circunstancia, recurrir a suministrar medicamentos sin prescripción médica.

Entre la sexta semana y los tres meses de edad, los bebés vomitan más frecuentemente, aquí se debe poner especial atención porque el niño corre el riesgo de deshidratarse y puede llegar a producirse la llamada hipertrofia del píloro, que sucede porque crece la salida del estómago y se obstruye la salida del píloro y puede ser tan grave como para necesitar de una intervención quirúrgica.
Inhalar o exhalar con fuerza puede también producir cambios de presión que fomentan el reflujo. Este tipo de respiración se puede observar en casos de fibrosis cística, infecciones respiratorias, hipo y traqueo malacia (una anormalidad de la traquea que provoca que sea inestable y propensa al colapso). También es un síntoma de displasia bronco pulmonar, la cual es una enfermedad pulmonar crónica que puede desarrollarse en bebés que han sido colocados en ventiladores.

Los tubos naso gástricos que se utilizan frecuentemente para alimentar a bebés muy prematuros o enfermos, pueden provocar la disminución de la presión del esfinter y actuar como un camino para el reflujo. De hecho, los bebés prematuros generalmente tienen un mayor riesgo de sufrir reflujo, lo mismo que los bebés a los cuales se les alimenta con fórmula en lugar de leche humana. Se cree también que las alergias a los alimentos juegan un papel importante en algunos casos de reflujo. En el caso de los bebés con hernias hiatales, la totalidad del esfinter y una porción del estómago sobresalen hacia arriba, a través del diafragma y hacia la cavidad del pecho, predisponiéndoles al reflujo.

SÍNTOMAS
Los síntomas del reflujo varían desde vomitar, hasta dificultad para respirar. Un cuestionario que se desarrolló para ayudar a los médicos a diagnosticar esta enfermedad (Orenstein et al 1996) reveló que los siguientes comportamientos son un importante indicativo de reflujo:

  • escupir leche más de tres veces al día,
  • dolor tipo cólico que comienza poco tiempo después de tomar el pecho,
  • despertarse de noche con llanto que se alivia mamando (nuestras abuelas usaban el término “tiene canina” para describir estos/as bebés),
  • vomitar durante, o poco después de, las alimentaciones (aunque no todos/as los/as bebés con reflujo gastroesofágico vomitan y no todos/as los/as bebés que vomitan mucho tienen reflujo),
  • infecciones respiratorias frecuentes.
  • escupir más de una cucharada,
  • dolor asociado con el vómito,
  • llanto después de tomar los alimentos,
  • llanto durante más de tres horas al día,
  • arqueo de la espalda y apnea (suspensión temporal de la respiración),
  • cianosis (una decoloración azul-grisáceo de la piel causada por falta de oxígeno).


Tu hijo puede rehusar comer ya que aprende a asociar la alimentación con dolor o al contrario, querer comer constantemente porque se siente aliviado mientras succiona (lo que es especialmente cierto en niños que son amamantados). La dolorosa sensación de ardor estomacal que los adultos conocen como acidez estomacal o pirosis, provoca que los bebés estén inquietos y lloren durante la hora posterior a su toma. Esto también puede ocasionar que despierten frecuentemente durante la noche. Cuando el contenido del estómago irrita la traquea o se aspira (inhala) hacia el interior de los pulmones, entonces se puede presentar ahogamiento, apnea, cianosis o neumonía. Un bebé que simplemente escupe frecuentemente pero está contento y gana peso, no tiene mayor problema que el lavado frecuente de su ropa. Un bebé que sufre dolor y no gana peso, o que no respira adecuadamente y muestra señales de estar enfermo, debe diagnosticarse y tratarse adecuadamente.

ESTOS NIÑOS SON MÁS PROPENSOS AL REFLUJO

Los que tienen antecedentes familiares de reflujo y/o de hernia de hiato.
Los prematuros y los que han nacido con un peso inferior a la media.
Los propensos a acumular gases.
Los niños, más que las niñas.
Los bebés de temperamento nervioso.

DIAGNOSTICO

Aunque existen algunas pruebas específicas para el reflujo, incluyendo pruebas de deglución, sondeo del pH y endoscopias (la inspección visual del esófago por medio del uso de un instrumento óptico introducido dentro de un tubo), son pruebas invasivas y estresantes para el bebé y generalmente los resultados no son concluyentes. Por lo tanto, muchos diagnósticos se basan en la observación de los síntomas. Los médicos necesitan también descartar enfermedades tales como estenosis pilórica y disfunciones metabólicas que también pueden provocar vómito y retraso en el crecimiento.

TRATAMIENTO

El manejo adecuado de la lactancia en estas situaciones con frecuencia puede ayudar a la disminución de los síntomas al reducirse el suministro de leche de la madre para igualarse a las necesidades del bebé
La lactancia en sí es un tratamiento para el reflujo. Los doctores a menudo recomiendan tomas breves y frecuentes para promover la motilidad y vaciado gástrico.
Se recomienda que el bebé se sostenga en un ángulo de 45 a 60 grados mientras amamanta y que las tomas horizontales se eviten por completo. Entre tomas, el bebé puede sostenerse en posición vertical mediante el uso de cargadores, porta bebés suaves o porta bebés rígidos. Sin embargo, no se debe permitir que el bebé cuelgue fláccidamente, por lo cual se requiere de mucho cuidado y quizá del uso de sostenedores para mantenerle en la posición adecuada. También puede funcionar bien el descansar en ángulo sobre el pecho de alguien.
Succionar un seno "vacío" o un chupete ayuda al generar saliva (la cual neutraliza el ácido) y promueve la peristálisis (el movimiento involuntario similar al movimiento del oleaje en el tracto gastrointestinal el cual mueve los alimentos hacia delante) lo cual ayuda a que el estómago se vacíe con mayor rapidez. La leche artificial permanece en el estómago durante más tiempo y puede contribuir al reflujo (Heacock 1992). Ya que varios estudios muestran una fuerte conexión entre el reflujo y la alergia a la leche de vaca (Iacono et al 1996), el manejo de la dieta puede resultar ser muy efectiva contra esta enfermedad. Otros ofensores comunes son la soya, el huevo y el trigo. La eliminación durante dos semanas de todos los productos lácteos en la dieta de la madre produce frecuentemente una mejora notable en el bebé que sufre de alergia a la leche de vaca. También el consumo excesivo de cafeína por parte de la madre (la cual relaja el LES) puede provocar problemas para algunos bebés, lo mismo es cierto en cuanto a la exposición al humo de cigarrillos (Alaswad et al 1996).
Se pueden utilizar ciertos medicamentos en conjunto con otros tratamientos. Éstos incluyen medicamentos que actúan en contra de los ácidos estomacales, disminuyen la producción de ácidos, promotores de la motilidad gástrica (el movimiento de los alimentos del estómago hacia los intestinos) o el incremento del tono del esfinter.
Muchos médicos recomiendan el uso de tomas más espesas. Sin embargo, estas tomas no siempre ayudan (Bailey et al 1987), pueden interferir con la lactancia y aumentar el riesgo de alergias a ciertos alimentos. Algunos estudios han demostrado que las tomas más espesas pueden tener un efecto adverso en el crecimiento de algunos bebés, aumentando el riesgo de problemas respiratorios (Orenstein et al 1992). Debido a que las tomas más espesas permanecen más tiempo en el estómago, pueden de hecho provocar más reflujo. Por esta razón, las madres deben considerar sus opciones cuidadosamente antes de decidirse a utilizar tomas más espesas. Si una madre quiere probarlo, puede utilizar su leche extraída y espesarla con cereal y ofrecerla al bebé por medio de una cuchara antes de su toma normal en el seno.
Muy pocas veces se opta por la cirugía del esfinter, la cual es sólo para los casos más extremos que no responden a los demás tratamientos.
Los estudios demuestran que los bebés alimentados con leche artificial exhiben con mayor frecuencia síntomas de reflujo en comparación a los bebés amamantados (Como la leche materna se digiere más rápidamente tiene menos oportunidad de regurgitarse). El destetar al bebé no debe considerarse como una buena solución al problema del reflujo. Los bebés que están retrasados en su crecimiento deben evaluarse en búsqueda de enfermedades subyacentes. En muchos casos el reflujo puede controlarse a través de un buen manejo de la lactancia, posicionamiento, la dieta de la madre y educación. Cuando estos pasos no ayudan en la solución del problema, quizá se necesiten llevar a cabo más pruebas y buscar otras opciones de tratamientos.
El pediatra también puede optar por administrar antiácidos durante algunos días a los niños que sufren una fuerte esofagitis.

REMEDIOS PARA ALIVIAR AL BEBÉ


  • Registrar la ingesta de leche. La sobre alimentación es causa de reflujo.
  • Revisar cómo se alimenta al bebé. Hay que colocar al bebé con la cabeza más arriba que el resto de su cuerpo y evitar que trague mucho aire.
  • Fomentar la posición recta después de las comidas. Se sugiere la posición con cabeza elevada más de 30 grados (semisentado).
  • Alimentar al bebé con menos leche en cada toma pero de manera más seguida.
  • Darle las tomas con tranquilidad y despacito, dejándole eructar y descansar tantas veces como necesite. Si llora, hay que esperar a que se calme antes de seguir alimentándole.
  • También conviene elevar la cabecera de la cuna, ya sea con la ayuda de cojines especiales o bloques de madera.
  • Dejar el pañal del bebé un poco flojo, para que no le provoque presión sobre el estómago.
  • En ocasiones se recomienda que el bebé use el chupete entre las comidas, para aliviarle la acidez. 
  • Si no está tomando el pecho, sustituir su leche de fórmula por otra antirreflujo (son las leches “AR”).


Estos remedios para el reflujo suelen ser muy eficaces y reducen la frecuencia de las regurgitaciones. Siguiendo estas pautas el pequeño tiene que mejorar en cuestión de un par de días. Si no es así, hay que consultar al pediatra.


lunes, 18 de noviembre de 2013

Problemas con la comida en el embarazo

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El objetivo de llevar un control alimenticio y aumentar de peso razonablemente corresponde a reducir al máximo riesgos como la diabetes en madre e hijo, complicaciones en el parto, estrías, deformaciones en la columna vertebral o malestar general debido al sobrepeso.

Una alimentacion equilibrada evitará ciertos males que se agravan durante la gestación, tales como la fatiga, el estreñimiento, el sobrepeso, la anemia, la descalcificación, etc.

Tan importante como seguir una dieta equilibrada para que tu bebé se desarrolle adecuadamente es que evites ciertos alimentos que, a veces, pueden ser portadores de enfermedades potencialmente nocivas durante la gestación, así como otros cuyos contenidos nutricionales no son los adecuados para el feto.
Es esencial que desde que sepas que estás embarazada vigiles lo que comes, “ya que cualquier sustancia que se encuentre en la sangre de la madre, independientemente de la edad gestacional, pasará al embrión y al feto, aunque al principio sea por un mecanismo de absorción celular”.

Tampoco debes olvidar que las intoxicaciones por alimentos en mal estado no son nada recomendables en la gestante, y aunque no tienen por qué atravesar la barrera placentaria, el hecho de que sufras un cuadro con fiebre alta, vómitos, diarrea y deshidratación puede resultar delicado.

Recordad, el embarazo es un acto de compartir, y más en el tema de la nutrición. No podéis controlar los genes pero sí lo que coméis o bebéis durante los 9 meses en los que se está formando vuestro bebé, de eso dependerá gran parte de su desarrollo físico y mental, de ahí la importancia de la alimentación durante el embarazo

Los problemas del pescado 
El pescado es fundamental en la dieta de la embarazada, ya que es fuente de Yodo y omega 3, dos elementos imprescindibles para el feto.
Pero debemos tener cuidado con algunos de ellos. Las embarazadas deben abstenerse de comer atún rojo (suele ser el fresco fileteado), tiburón, pez espada y emperador, ya que los niveles de mercurio de estos pescados son muy elevados y pueden afectar el sistema nervioso del bebé. Si estáis planeando un embarazo también deberíais evitarlos.
Este metal no desaparece cuando se cocina y es tóxico para el embrión. Opta por el atún en lata de especies pequeñas (reflejado en las etiquetas como atún claro) o, mejor todavía, por sardinas, caballa pequeña o arenque en lata, ricos en Omega 3 y que por su tamaño no acumulan mercurio.
No es recomendable consumir pescado, ni marisco crudo o poco cocinado (sushi, ceviche, boquerones en vinagre, marinados, ahumados…), ya que se pueden contraer infecciones o intoxicaciones como el Anisakis.  El Anisakis aunque no afecta al feto, a ti te puede producir un cuadro gastrointestinal severo y reacciones alérgicas.
El pescado más seguro es el congelado (las larvas mueren a -20ºC  en 24h o cocinándolo a 60ºC durante 10 minutos).
Los pescados que más comúnmente contienen Anisakis son el salmón, la sardina, el boquerón, el arenque, el bacalao, el calamar, el abadejo, la merluza, la caballa, el jurel y el bonito.

La Vitamina A
Se recomienda no comer alimentos con alto contenido en vitamina A, como el hígado, en los tres primeros meses de gestación.
Las vísceras son una fuente importante de colesterol y grasas saturadas. En el embarazo debéis evitarlas especialmente, ya que contienen mucha cantidad de vitamina A (sobre todo el hígado). Tenemos reservas de vitamina A, ya que se almacena en el hígado y el tejido graso, por eso tenemos que procurar no hacer un abuso de esta vitamina en el embarazo (cuidado también con los suplementos vitamínicos).
Un exceso de vitamina A puede producir abortos, malformaciones de cara y cráneo, alteraciones del sistema nervioso y del timo y anomalías cardiacas.

La listeriosis 
La listeriosis es una infección que se puede producir si se comen alimentos contaminados con Listeria (puede crecer en temperaturas de refrigeración). La listeriosis no suele afectar gravemente a la embarazada, pero si a su bebé (entre otros problemas, meningitis e  infecciones sanguíneas).
La listeria es una bacteria muy peligrosa: la misma ha sido la responsable de cerca de 2.500 enfermedades y de hasta 500 muertes por año. Varias investigaciones han afirmado que el 30% de dichas muertes involucró a mujeres embarazadas y a sus fetos.
La listeriosis es una enfermedad que puede provocar abortos espontáneos y partos prematuros. Para evitar riesgos hay que seguir una serie de pautas:

  • La carne y el pescado deben estar bien cocinados (no crudos ni poco hechos), evita los pescados y mariscos ahumados, marinados o crudos.
  • Se deben recalentar las sobras hasta que salga humo.
  • Evitad los embutidos crudos (a no ser que los congeléis a 20ºC durante 24h) y patés (no hay problema en patés enlatados pero no artesanos).
  • No tomar leche o quesos sin pasteurizar. Vigilad sobre todo los embutidos y los quesos “artesanales” y leed las etiquetas (debe poner “Queso hecho con leche pasteurizada”).
  • Evitad los quesos azules (Roquefort, Cabrales…) y los cremosos (Camembert, Brie…). Los quesos más seguros son los duros (parmesano, Cheddar…). 
  • No debes preocuparte por tomar queso fundido, ya que la listeria no aguanta el calor.
  • Quesos blandos. Consume los que vienen empaquetados y mira la etiqueta para asegurarte de que están pasteurizados. Con el resto de quesos acuérdate de quitar la corteza, donde se acumulan los posibles agentes patógenos.
  • Evitad el cruce entre alimentos crudos y cocinados (no manipularlos al mismo tiempo).
  • Lavad y pelad bien todas las frutas y verduras que vayáis a consumir. Si no las podéis pelar (fresas, ensalada…), las debéis poner 5 min. en remojo con agua y unas gotitas de lejía apta para uso alimentario, después aclarad bien.
  • Evitad los germinados (brotes de soja…).
  • Las salchichas de Frankfurt aunque estén cocidas deben recalentarse hasta emitir vapor.
  • Patés caseros. No están pasteurizados, así que pueden contagiar la listeriosis; evítalos fuera de casa y cuando los compres, escoge los empaquetados. Sobre todo, no abuses del paté de hígado, por su alto contenido en vitamina A. Aunque tendrías que consumir altas cantidades para que sufrieras una hipervitaminosis, siempre lo puedes sustituir por patés de jamón o pollo.

La Toxoplasmosis 
La toxoplasmosis es causada por el toxoplasma, un parásito que puede estar en la carne cruda, en la verdura o fruta mal lavada y los excrementos de los gatos. El parásito responsable de la toxoplasmosis se desarrolla en los animales que comen hierba, contaminada por las heces de gatos, y permanece en la carne cruda.
En la analítica del primer trimestre os harán la prueba de la toxoplasmosis, si os sale positiva, no debéis preocuparos, pero si sale negativa tenéis que tomar ciertas precauciones:

  • Prescindid de los embutidos que no han sido cocinados (sobre todo artesanales).Si quieres darte un capricho, puedes consumir el embutido después de cocinarlo (por ejemplo, el chorizo de unas lentejas). La congelación del embutido sólo acaba con el toxoplasma si se realiza a partir de -180ºC, para lo que es necesario un congelador industrial; los de casa no alcanzan temperaturas inferiores a -30ºC.
  • No comáis carne cruda (carpaccios, steak tartare…) ni poco hecha. Además es necesario lavarse bien las manos y cepillarse las uñas después de manipular la carne. 
  • Hamburguesas. Ésta es una de las ocasiones en las que se puede recomendar una hamburguesa de una multinacional de comida rápida: la razón es que en estas cadenas la carne se cocina a más de 80ºC, destruyendo cualquier posible parásito. Si la pides en un restaurante convencional deberás asegurarte de que está muy bien pasada.
  • No comáis huevos crudos, deben estar bien hechos (cuidado con la yema de los huevos fritos).
  • Si tenéis gato evitad limpiar su cajón.
  • Pelad, lavad y/o desinfectad frutas y verduras que vayáis a consumir crudas ya que han podido estar en contacto con tierra abonada con excrementos portadores del parásito.
  • Gazpacho o salmorejo. Y en general cualquier sopa fría cuyos ingredientes se consumen crudos, debes evitar tomarlas fuera de casa, ya que no sabes cómo están de limpias las verduras que se han utilizado en su elaboración. Si te apetece una crema fría, opta por una vichyssoise, que una vez cocinada se puede servir de la nevera.
  • Ensaladas. En casa, sin problemas, pero mejor no las tomes en restaurantes, ya que pueden trasmitir salmonella, e-coli y toxoplasma si están infectadas y no se lavan bien (sumergiéndolas durante 10 minutos en agua con lejía para alimentos y aclarándolas al chorro). Y ten en cuenta que los cogollos son difíciles de limpiar. Si aun así te apetece una ensalada, pide una de tomate con cebolla y pela los tomates. Las ensaladas preparadas y los productos gourmet envasados pueden contener bacterias.

La Salmonelosis
La Salmonelosis es una infección gastrointestinal producida por la bacteria Salmonella . Para evitarla:

  • Mantened los huevos refrigerados hasta el momento de comerlos.
  • Desechad los huevos rotos o sucios de excrementos.
  • Evitad las salsas que utilizan huevos crudos en su preparación (Holandesa, mayonesa casera, algunas salsas César…).
  • Evitad comer carne poco hecha y lavad y desinfectad frutas y verduras que se vayan a consumir crudas.
  • Evitad  las cremas o postres hechos con huevo crudo como el tiramisú. Toma los que se venden en los supermercados y están pasteurizados o utilizan huevina. Estos postres fuera de casa deben ser sustituidos por lácteos industriales.


¿Qué más debéis evitar o moderar en vuestra alimentación durante el embarazo?

La Cafeina
Algunos estudios han demostrado que un consumo superior a 300mg de cafeína (tres tazas de café o seis de té diarias) está relacionado con el riesgo de aborto.
Cuidado también con el chocolate y las bebidas de cola. Mejor optar por cafés descafeinados y bebidas sin cafeína.

Los edulcorantes
Puede aumentar el riesgo de parto prematuro. Se debe evitar la sacarina. Este edulcorante atraviesa la placenta y aunque en pequeñas dosis no tiene efectos nocivos sobre el feto, es mejor que si tienes problema de peso lo sustituyas por el aspartamo (contraindicado si padeces fenilcetonuria) o la fructosa, que es natural como el azúcar, pero que al endulzar más, se precisa en menor cantidad. El xilitol, sorbitol y manitol que se utilizan en chicles y caramelos sin azúcar no están contraindicados, pero si tomas demasiados pueden producirte diarrea y en las últimas semanas de gestación esto podría desencadenar alguna que otra contracción.
Tened en cuenta que los refrescos llevan una cantidad importante de edulcorantes. Es mejor evitarlos.

Alcohol 
No hay nivel seguro de alcohol en el embarazo, así que se aconseja no beber nada. Es perjudicial sobretodo en el primer trimestre que es cuando el cerebro del feto está en pleno desarrollo, pero en el segundo y tercer trimestre el sistema nervioso del bebé también puede quedar dañado. El síndrome alcohólico fetal tiene graves consecuencias físicas y psíquicas para el bebé.

Agua tónica
Esta bebida contiene quinina y está desaconsejada durante la gestación, ya que si se ingiere en grandes dosis puede ser nociva para el feto. Si te apetece algo fresco y con burbujas, bebe agua con gas, hielo y limón; pero no abuses, ya que puede producirte gases.

Helados
A la hora de tomar los elaborados con una base láctea, asegúrate de que durante su conservación no se ha roto la cadena del frío (si ocurre podrían producir gastroenteritis). Lo mejor es que fuera de casa optes por los polos de hielo.

La dieta vegetariana estricta
Es difícil con una alimentación a base de una dieta puramente vegetariana aportar  la cantidad adecuada de proteínas, vitamina B12, calcio, hierro y zinc. Es por eso que los médicos desaconsejan una dieta estrictamente vegetariana durante el embarazo.

Hidratos de carbono pobres o refinados
Evita el azúcar y productos de harina blanca. Intenta reemplazarlos con productos de más calidad, carbohidratos como las patatas, el pan integral, y la pasta y el arroz integral.

Consejos Prácticos para la Preparación de Algunos Alimentos
Aunque no parezca importante, la preparación de los alimentos necesita ser llevada a cabo apropiadamente; ya que una preparación descuidada podría dar lugar a la aparición de infecciones o de enfermedades. Por esta razón, a continuación enumeramos algunos consejos prácticos sobre cómo manejarse adecuadamente en la cocina:

  • Evita comprar o utilizar alimentos que provengan de latas o de jarros abollados, o los que no hagan el clásico sonido de cerrado al vacío cuando los abras.
  • Descongela por completo los alimentos antes de cocinarlos, especialmente las carnes; es muy importante que descongeles los alimentos en la nevera o en una bolsa plástica sumergida en agua fría y que nunca deje que los alimentos se descongelen a temperatura ambiente.
  • Nunca vuelvas a congelar ningún alimento que haya sido descongelado previamente.
  • Recalienta la comida sólo por una vez, despues de haberla recalentado tira los sobrantes a la basura.
  • Cuando vayas al supermercado a comprar comida, evita comprar pescado, carne y huevos que no esten debidamente refrigerados o mantenidos en contenedores o bandejas con hielo.
  • Lavate las manos siempre que vayas a cocinar y después de haber tocado alimentos crudos.
  • Manten una buena higiene de tablas de cocina, trapos y bayetas ya que son un foco de infección.
  • Refrigerar o congelar los alimentos después de la compra lo antes posible.
  • Nunca dejar los alimentos más de 2h sin refrigeración.
  • Evita contaminar los alimentos, mezclando unos con otros.
  • Lava cuidadosamente los vegetales crudos, ya que los vegetales que no esten apropiadamente lavados podrían estar contaminados y ser portadores de toxoplasmosis. 


Hacer régimen/ayunar durante el embarazo
Aunque se recomienda evitar una subida de peso excesiva durante el embarazo, tampoco se debe de hacer régimen.
Estando embarazada es el momento menos indicado para despojarse de los kilos de más que ya se tenían antes de que se produjera el embarazo: La mayoría de las dietas para adelgazar no contienen el suficiente valor nutritivo que es necesario para el correcto desarrollo del bebé.
Lo importante en estos momentos es suministrar al cuerpo las vitaminas, proteínas y minerales indispensables. Recomendable es la ingesta de mucha fruta y verdura, acompañada de productos lácteos y pan/pasta preferiblemente integral, en menor cantidades carnes rojas y pescados. Debes de tener en cuenta beber por lo menos 2 litros de agua al día.
Nos consta que durante el embarazo es difícil controlar la alimentación, debido a que, consciente o inconscientemente, solemos cambiar nuestro hábitos alimenticios. Nos apetece otro tipo de cosas y comemos de manera más desordenada. Sobretodo hacia finales del embarazo, cuando debido a la presión que ejerce el bebé sobre el estómago no podemos ingerir la comida en las porciones acostumbradas, es importante no ayunar sino comer más a menudo pero en menores cantidades.

Comer por dos
Durante el embarazo muchas mujeres experimentan por primera vez ataques de hambre, los cuales aparecen cada dos o tres horas, en algunas embarazadas incluso cada hora.
Probablemente habrás oído a menudo que es normal y aconsejable comer más durante el embarazo porque se debe de “comer por dos“. No hagais caso a esta creencia popular. Una subida de peso excesiva en la madre puede aumentar el riesgo de diabetes gestacional y de hipertensión gestacional. Lo que una embarazada debe de tener en cuenta es cuidar su dieta, proporcionando la cantidad adecuada de proteínas (preferiblemente de procedencia láctea o de carnes blancas) vitaminas y minerales y sobre todo tener en cuenta reducir el consumo de azúcar y de grasas.
Durante el embarazo, el metabolismo de la mujer cambia, muchas mujeres durante el embarazo tienen la sensación que su cuerpo “almacena“ kilos. Ciertamente, durante el embarazo la síntesis del azúcar se ralentiza y como reacción, el organismo fabrica más insulina. Los resultados se muestran en un aumento de apetito por lo dulce y una acumulación de masa grasa.
Nuestro consejo para saciar las ganas de dulce: Come frutas secas, tales como uvas pasas, ciruelas secas, dátiles, etc. La fructosa contenida en éstas saciará tu apetito de azúcar y no elevará excesivamente los niveles de azúcar en la sangre. Otra solución es masticar chicle sin azúcar. Hoy en día existen muchas marcas con sabores frutales y refrescantes.

viernes, 25 de octubre de 2013

La cuestión del factor Rh




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El problema se da cuando el factor de la madre es Rh NEGATIVO y el del bebé Rh POSITIVO. 


Todas las personas tienen un grupo sanguineo ( O, A, B ó AB ) y un factor Rh (positivo " + " o negativo " - "), que aportan  las características de la sangre de esa persona y son heredadas de los padres mediante una combinación de las de ambos.

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La isoinmunización por Rh, es una enfermedad autoinmune, rara, que se origina en el periodo perinatal caracterizada por una anemia hemolítica en el feto (disminución de los hematíes o glóbulos rojos circulantes por destrucción prematura de los hematíes), debida a una incompatibilidad entre las sangres de la madre y su feto. 

El factor Rh es una proteína que se encuentra en la superficie de los hematíes y que se transmite genéticamente; las siglas Rh provienen del nombre del Macaco Rhesus, que es el mono que se empleó en estas investigaciones.

La mayoría de las personas producen el factor Rh y su sangre se considera Rh positiva. Si el factor Rh está ausente se dice que el individuo es Rh negativo.

En una mujer Rh negativa que se queda embarazada por primera vez y su feto es Rh positivo porque ha heredado el factor del padre, pueden pasar células del feto a la madre lo que sucede de forma habitual durante el parto; y si la cantidad de dichas células es suficiente, se originará una sensibilización frente al factor Rh positivo del feto, con producción de anticuerpos contra el mismo.

La madre normalmente no está sensibilizada en el primer embarazo. En cualquier embarazo posterior con feto Rh positivo, los anticuerpos maternos ya formados tienen la capacidad de destruir los hematíes (los glóbulos rojos) dela sangre del feto. A estos efectos se considera primer embarazo cualquiera anterior aunque no haya llegado a término.
Esto significa que, por lo general, la incompatibilidad Rh no es un problema cuando se trata de un primer embarazo ya que, a menos que haya algún tipo de anormalidad, la sangre del feto no entra en el sistema circulatorio de la madre durante el embarazo.
Sin embargo, durante el parto, la sangre de la madre y la del bebé pueden entremezclarse. Si esto sucede, el cuerpo de la madre reconoce la proteína Rh como una sustancia extraña y comienza a producir anticuerpos (moléculas proteicas en el sistema inmunológico que reconocen, y luego destruyen, las sustancias extrañas) para atacar a las proteínas Rh que entran en su sangre.

Esta enfermedad se relaciona principalmente con el antígeno D del grupo Rh,en muy raras ocasiones la enfermedad hemolítica puede deberse a los antígenos C, E o a otros antígenos eritrocitarios.

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Es fundamental recordar que la primera sensibilización puede ocurrir no sólo por un embarazo, sino por un aborto, embarazo ectópico (desarrollo del huevo fuera de la cavidad uterina), amniocentesis (procedimiento obstétrico mediante el cual se extrae una pequeña cantidad de liquido amniótico para su posterior análisis), una caida, etc.

La gravedad aumenta con los embarazos siguientes y cada uno de los bebés posteriores tiene mas probabilidades de estar afectado. 

Las primeras observaciones de esta enfermedad fueron hechas durante un parto gemelar, en 1609 por una comadrona francesa, pero la primera descripción de la enfermedad hemolítica del recién nacido se debe a Landsteiner y Weiner quienes en 1940 describieron el factor Rh.

Aunque sigue siendo la incompatibilidad más común entre parejas, la incidencia de esta enfermedad ha disminuido desde 1968, debido a la introducción de la Inmunoglobulina hiper inmune. Se estima una incidencia de 6 casos por cada 100.000 nacidos vivos, aunque debido a las medidas preventivas la incidencia es cada vez más baja, siendo la enfermedad hemolítica originada por el antígeno D unas tres veces más frecuente en los individuos de raza blanca.

La intensidad de la anemia en el bebé estará determinada por la magnitud de la destrucción de los hematíes y la capacidad de reposición de los mismos. Si la anemia es intensa, como mecanismo compensador, se producen una gran cantidad de glóbulos rojos inmaduros y por tanto con capacidad transportadora de oxigeno muy insuficiente. Las manifestaciones clínicas varían en función de la severidad de la anemia y van desde los casos más leves, meramente asintomáticos o con ligera palidez y coloración amarillenta de piel y mucosas que duran sólo unos días, hasta los casos más severos con palidez intensa y hepato-esplenomegalia (hígado y bazo anormalmente grandes) secundarias. Se produce ictericia (coloración amarilla anormal de la piel) que excede las primeras 72 horas debido a que el hígado del recién nacido no puede metabolizar el exceso de bilirrubina (pigmento de la bilis) liberada por la destrucción de los hematíes.

Las manifestaciones clínicas más graves de la enfermedad dejada a su evolución son 

  • edema (acumulación excesiva de líquido seroalbuminoso en el tejido celular) o anasarca (hinchazón generalizada del cuerpo y de los miembros) masiva
  • hipoplasia (desarrollo incompleto o defectuoso) pulmonar
  • colapso circulatorio 
  • muerte neonatal. 

Entre las manifestaciones clínicas más severas, afortunadamente casi excepcionales hoy en día, se encuentran

  • el Kernicterus (cuadro neurológico grave, debido a una encefalopatía bilirrubínica, que se manifiesta con ictericia severa, mal estado general, succión débil, rigidez muscular, parálisis y retraso mental) 
  • el hídrops fetal, antiguamente llamado hidropesía fetal, que consiste en la aparición de edema generalizado del feto por afectación hepática severa,que se manifiesta como edemas, ascitis (acumulación de líquido en la cavidad peritoneal), derrame pleural e insuficiencia cardiaca. Este cuadro clínico provoca aproximadamente en la mitad de los casos la muerte intrauterina o poco después del nacimiento. 


Diagnóstico de la enfermedad 

Intraútero

Se basa en la determinación del factor Rh, a principios del embarazo, siendo preciso realizar el test de Coombs indirecto en las mujeres Rh negativas, ya que permite averiguar si estas madres ya poseen anticuerpos anti-Rh; la titulación periódica de este test a lo largo de todo el embarazo, permite observar el nivel de anticuerpos existentes

La amniocentesis para la valoración de la cantidad de bilirrubina existente se realizará en los casos en que los títulos del test de Coombs indirecto aumenten a lo largo del embarazo, o cuando la ecografía demuestre aparición de ascitis o hepatoesplenomegalia.

En casos especiales, la cordocentesis, que permite obtener sangre directamente del cordón umbilical, es necesaria para evaluar el grado de anemia fetal.


El seguimiento del feto debe hacerse mediante ecografía, que permite valorar el estado de bienestar fetal. Si el cuadro es leve se intentará respetar la evolución normal del embarazo y en caso de compromiso fetal, se valorará la posibilidad de adelantar el parto por vía vaginal o de hacer una cesárea.

Los casos más severos, siempre que se diagnostiquen dentro de los plazos permitidos por la legislación vigente, pueden ser susceptibles de una interrupción del embarazo.

En el neonato

El diagnóstico se confirma mediante la práctica de un test de Coombs directo, que pone de manifiesto la existencia de los citados anticuerpos.

El niño con enfermedad hemolítica debe ser seguido periódicamente. Se deben hacer determinaciones frecuentes de hemoglobina, hematocrito y bilirrubina sérica tras el nacimiento e incluso una vez resuelta la enfermedad, pues puede presentar complicaciones como anemia tardía y colestasis (supresión o detención del flujo de bilis) y, si han precisado exanguinotransfusión (sustitución de la sangre mediante diálisis) durante el periodo neonatal, también puede aparecer trombosis (formación de coágulos en las arterias y las venas) de la vena porta.

En términos generales el pronóstico suele ser mejor si la anemia y el hídrops fetal han sido resueltos antes del parto.

Tratamiento

El tratamiento de la enfermedad debe basarse fundamentalmente en los aspectos preventivos.

La prevención es fundamental, ya que prácticamente puede evitarse la enfermedad tratando a las mujeres Rh negativas, que aún no han desarrollado anticuerpos frente al factor Rh positivo. Para ello se utiliza la gammaglobulina anti D o inmunoglobulina Rh (Ig Rh), que es un producto biológico que bloquea la capacidad antigénica y hace que no se creen los anticuerpos frente a los glóbulos rojos fetales Rh positivos. Se recomienda una inyección de gammaglobulina anti D a la 28 semana del embarazo y otra dentro de las 72 horas después del parto. El tratamiento con esta inmunoglobulina debe repetirse con cada embarazo, dado que la protección solo dura cerca de 12 semanas. También se debe aplicar después de abortos y de realizar amniocentesis.

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El tratamiento preventivo no cura la enfermedad una vez que se ha presentado.

Desde el punto de vista terapéutico, lo más efectivo es tratar al paciente intraútero, por lo que están indicadas las transfusiones intrauterinas mediante cordocentesis (técnica que consiste en la punción con control ecográfico del cordón umbilical del feto) en los casos de fetos con inmadurez pulmonar, hidrops o anemia fetal, siendo en ocasiones necesario repetirlas cada 2 o 3 semanas hasta aproximadamente la semana 35 del embarazo.

En el neonato, si existe anemia, deben realizarse transfusiones de sangre,cuya periodicidad dependerá de la severidad de cada caso y puede estar indicada la exanguinotransfusion si existen signos de anemia hemolítica grave.

viernes, 18 de octubre de 2013

¿Se pueden prevenir las estrías en el embarazo?

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La piel tiene una gran capacidad para distenderse, puede estirarse hasta diez veces durante el embarazo.

Las estrías se producen cuando las fibras elásticas de la dermis se rompen dejando una cicatriz en forma de líneas sinuosas de color blanquecino o amoratadas.

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Aparecen ante el aumento o la pérdida repentina de peso, por un aumento de la producción de estrógenos en la pubertad o en el embarazo, o por enfermedades que afecten la formación normal de colágeno. Cada tipo de piel es diferente y el factor hereditario es igualmente un condicionante de su aparición.

Durante la gestación, el organismo de la mujer experimenta grandes cambios fisiológicos y hormonales que afectan a casi todas las partes de su cuerpo, también a su piel. A partir del segundo trimestre pueden aparecer cicatrices en la superficie de la piel, para evitarlo hay que intentar prevenir las estrías en el embarazo desde el primer momento.

El aumento del volumen de la barriga, sumado a que la piel se vuelve más reseca durante el embarazo, hace que hacia la segunda mitad del embarazo, y especialmente en el tercer trimestre que la tripa aumenta su tamaño rápidamente, aparezcan las estrías.

Según un estudio, nueve de cada 10 mujeres presentan estrías entre la semana 22 y 32 de gestación, y los sitios más frecuentes de aparición son el abdomen (60%), muslos (25%), caderas (20%) y mamas (10%).

PREVENIR LAS ESTRÍAS EN EL EMBARAZO 

Hay algunas recomendaciones básicas que debéis seguir desde el comienzo de la gestación y hasta unos meses después del parto, un período que muchas mujeres pasan por alto.

Control de peso en el embarazo

Un excesivo aumento de peso en el embarazo  (aumentar más de 15 kilos), además de ser perjudicial para la salud de la madre y la del bebé, es un factor de riesgo para que la piel se distienda demasiado y se produzca la rotura de las fibras de la dermis.

Un aumento de peso repentino, y la pérdida de peso después del parto propicia la aparición de estrías, lesiones irreparables en la piel.

Mantener la piel hidratada

Para mantener la piel hidratada es importante beber muchas agua, aumentar el consumo de alimentos ricos en vitaminas y nutrientes, así como aplicar cremas anti estrías desde el primer trimestre de gestación.
Al beber agua hidratamos la piel desde el interior y favorecemos su elasticidad. Además, beber agua es esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Hay que tener la piel bien hidratada durante todo el embarazo por lo que es fundamental aplicar una crema hidratante dos veces al día para que conserve su elasticidad natural y esté preparada para resistir la distensión producida por el aumento de volumen corporal en el embarazo.

Alimentación para prevenir las estrías

No se suele pensar en los alimentos, pero pueden ser grandes aliados en la prevención de las estrías.

Especialmente los alimentos ricos en vitaminas A (productos lácteos, zanahorias, albaricoques, nísperos), vitamina E (aceites vegetales, cereales, verduras) , vitamina C (cítricos, patatas, lechuga, tomate) y en magnesio, indispensable para la síntesis de colágeno.

Los ácidos grasos esenciales, presentes en verduras, aceites vegetales y pescado, aportan elasticidad a la piel y favorecen la producción de colágeno.

Entre las frutas, aquellas que son ricas en vitamina C, especialmente el kiwi, que favorece la regeneración del tejido conjuntivo y la cicatrización.
También es muy importante tomar proteínas (carne y pescado).

Cremas anti estrías

Las cremas antiestrías son de gran ayuda puesto que cuentan con sustancias que favorecen la formación de fibras elásticas y de colágeno y tienen activos reparadores.

Necesitamos una crema que hidrate, revitalice y restaure la piel.

Entre los componentes de las cremas, tenemos que buscar las que contengan centella asiática (que actúa como bioestimulante), aceites de yoyoba y borraja, vitamina E y aceite (rosa) de mosqueta (de efectos reparadores) que ayudan a que la piel sea mas elástica.

El aceite de rosa mosqueta contiene altos niveles de ácidos grasos esenciales poliinsaturados (linoleico, oleico y linolénico) con un importante poder para regenerar los tejidos de la piel.

Hay que aplicar la crema dos veces por día, por la mañana y por la noche, para que la piel se mantenga hidratada y protegida durante todo el día. Se aplican con masajes circulares que estimulan la circulación cutánea y favorecen la penetración de los principios activos.

Sigue usando la crema anti estrías dos o tres meses después del parto, hasta que la piel vuelva a su estado natural. A veces, las estrías aparecen después de tener al bebé.


Si quieres saber más sobre cremas anti estrías podeis leer el siguiente artículo: 10 cremas para prevenir las estrias que deberias probar

Hacer ejercicio regularmente

Mantenerse en forma durante el embarazo es muy importante para estar bien y, además, un buen tono muscular evita las micro roturas de la piel así que, ¡a trabajar!

Evitar la exposición al sol

En caso de hacerlo, usa siempre un buen protector solar y, después, una loción “after sun” muy hidratante.

Masajear la piel

Los masajes circulares en las zonas conflictivas (pecho, caderas, tripa y muslos) al aplicar la crema anti estrías estimulan la circulación. Para fortalecer la piel también puedes darte suaves pellizquitos.

Utilizar un sujetador que se adapte al tamaño del pecho

Ayudará a la piel a enfrentarse a los grandes cambios de volumen de esta etapa.

No fumar

El tabaco está completamente contraindicado durante el embarazo porque daña al bebé pero también la piel.
Disminuye la producción de colágeno y elastina y, por lo tanto, favorece la aparición de estrías.

No utilizar tratamientos con Retinol-A

No están recomendados para embarazadas ni para mujeres que dan el pecho.