domingo, 23 de febrero de 2014

TROMBOCITOPENIA IDEOPATICA DEL EMBARAZO



Se entiende por "trombocitopenia" al déficit de plaquetas.

Las plaquetas son células de la sangre (al igual que existen otras células sanguíneas como los glóbulos rojos y los glóbulos blancos), que se encargan de la coagulación de la sangre cuando se rompe un vaso sanguíneo. También llamados trombocitos. Se producen dentro del hueso, en la medula osea. Son liberadas al torrente sanguineo y viajan por el cuerpo durante 7 días antes de ser destruidas por el bazo. El bazo es un órgano que se encuentra en la parte izquierda del abdomen debajo de las costillas.


Los niveles normales de plaquetas sanguíneas oscilan entre 150.000 y 450.000 x109/l. Demasiadas plaquetas harán que la sangre se coagule muy rápido. La falta de plaquetas puede conllevar a una alteración de la coagulación y una mayor tendencia a la hemorragia. Por tanto, con unos niveles de plaquetas por debajo de 150.000 x109/l ya podemos hablar de una "trombocitopenia".

La trombocitopenia (TCP) durante el embarazo es un problema común y puede tener diversas causas. Trombocitopenia asintomatica se observa en casi el 5% de los embarazos normales que llegan a termino y trombocitopenia, a veces severa, ocurre en el 15% de mujeres con preclampsia.

La púrpura trombocitopénica idiopática (PTI), también llamada púrpura trombocitopénica inmune, es la causa más común de trombocitopenia en el primer trimestre del embarazo; se presenta aproximadamente en uno de cada 1.000 embarazos, lo que representa el 5% de todas las causas de TCP durante éste.

La TCP con un recuento de plaquetas inferior a 50×109/l es rara: se presenta en menos del 0,1% de los embarazos.

La PTI es una enfermedad autoinmune que afecta a las plaquetas. En un problema autoinmune nuestro cuerpo crea anticuerpos que atacan a otra parte del propio cuerpo. En la PTI el cuerpo crea anticuerpos que atacan a las plaquetas. Una vez que los anticuerpos se adhieren a las plaquetas estas dejan de funcionar bien. También son eliminadas antes por el bazo al ser anormales.

- Idiopatico indica que la causa no es conocida

- Trombocitopenia es la falta de plaquetas

- Purpura hace referencia a un sarpullido de color morado/purpura.

Aunque se desconoce la causa de la PTI se sabe que tiene que ver con el sistema inmunologico. Por eso la enfermedad también se conoce como purpura trombocitopenica inmune.

Un recuento bajo de plaquetas durante el embarazo es algo comun, por este motivo puede ser difícil determinar si tu nivel bajo de plaquetas es debido al embarazo propiamente o a PTI. Si no tienes síntomas y tu recuento de plaquetas no es demasiado bajo normalmente solo necesitaras controles regulares.

Se cree que esta disminución de las plaquetas se debe a la hemodilución de la sangre propia del embarazo (aumenta mucho la cantidad de plasma con respecto al volumen de células sanguíneas) y a un supuesto atrapamiento de las plaquetas por parte de la placenta.

La madre suele estar asintomática y es muy raro que los niveles plaquetarios desciendan por debajo de 70.000 x109/l. Es conveniente derivar a la gestante a una consulta de hematología para valorar tratamiento con corticoides.

El parto puede ser vaginal, evitando la anestesia epidural y la monitorización interna cuando las plaquetas están por debajo de 100.000 x109/l.

En el tratamiento de la PTI durante el embarazo se debe tener en cuenta a la gestante y al feto, pero el objetivo primario debe ser la mejoría de la TCP de la madre. Durante el embarazo, la necesidad de tratamiento va a depender de la concentración de plaquetas y de la clínica hemorrágica de la mujer. Así, en las fases iniciales de la gestación, en mujeres con un recuento de plaquetas superior a 30×109/l y sin hemorragia, no estaría indicado el inicio del tratamiento; sin embargo, cuando la TCP se agrava o bien aparecen signos de hemorragia, debe iniciarse el tratamiento. Por otra parte, cuando la gestación llega a su término deben tomarse medidas más intensivas para intentar aumentar la concentración de plaquetas por encima de 50×109/l. Si en el momento del parto el recuento de plaquetas es superior a 50×109/l, es factible el parto vaginal sin incremento del riesgo de hemorragia; si el recuento de plaquetas es superior a 80×109/l, se puede realizar una anestesia locorregional (epidural o raquidea) sin aumentar el riesgo de hematoma epidural o considerar un parto por cesárea si esta fuera necesaria.

El tratamiento de la embarazada con PTI es similar al de las mujeres no embarazadas. Los corticoides pueden considerarse el tratamiento de elección en esta situación, a pesar de que algunos autores afirman que, cuando se prevé que el tratamiento con corticoides va a ser largo, es preferible la utilización de inmunoglobulinas ya que los corticoides aumentan la incidencia de hipertensión y exacerbación de la diabetes gestacional. Además, las inmunoglobulinas son útiles para incrementar de manera rápida la concentración de plaquetas como preparación para el parto.

La trombocitopenia suele desaparecer tras el parto, aunque a veces se mantiene los primeros meses de puerperio. La lactancia materna no está contraindicada. Tampoco se han descrito repercusiones fetales ni del recién nacido. Una vez que el bebe haya nacido se le hará un análisis para ver su recuento de plaquetas y en el caso de que sea bajo se le harán controles regulares, en el caso de necesitar tratamiento se puede usar medicacion intravenosa.














viernes, 14 de febrero de 2014

Labio Leporino y Paladar Hendido



El labio leporino y el paladar hendido son deformaciones congénitas de la boca y del labio. Estas anomalías afectan aproximadamente a uno de cada 700 nacimientos y son más comunes entre los asiáticos y determinados grupos de indios americanos que entre los caucásicos. Ocurren con menos frecuencia entre los afro-americanos. 

El labio leporino y el paladar hendido se desarrollan en la etapa temprana del embarazo. El labio leporino ocurre cuando el tejido que forma el paladar y el labio superior no se unen antes del nacimiento. Esto causa una abertura en el labio superior. Esta abertura puede ser pequeña o puede ser una grande que va desde el labio hasta la nariz. Puede ser en un lado u otro del labio, o con menor frecuencia, en el medio del labio.
Algunos niños con labio leporino pueden tener el paladar hendido. Esto ocurre cuando falla la unión de las prominencias palatinas laterales o maxilares con la prominencia palatina media o frontonasal durante el desarrollo del embrión. El velo del paladar presenta una fisura o grieta que comunica la boca con la cavidad nasal. Puede estar afectado solo el paladar blando que está hacia atrás junto a la garganta, o incluir el paladar duro formado de hueso y afectar también el maxilar.  También es frecuente que la campanilla o úvula esté dividida (bífida).

Uno de cada setecientos nacimientos a nivel mundial presenta paladar hendido.   Un niño puede tener un labio leporino, el paladar hendido o ambos. El labio leporino y el paladar hendido juntos son más comunes en los niños que en las niñas. Es uno de los defectos de nacimiento más frecuentes (aproximadamente, constituye el 15% de las malformaciones congénitas). Es también importante saber que la mayoría de los bebés que nacen con una hendidura son sanos y no tienen ninguna otra anomalía congénita.

Causas
Todos los fetos tienen una abertura en el labio y en el paladar durante la etapa temprana del embarazo. En el desarrollo fetal normal, estas aberturas se cierran durante el embarazo. Si una de estas aberturas, o ambas, no cierra, el resultado es una hendidura oral-facial. La causa exacta del labio leporino y del paladar hendido no se conoce completamente. El labio leporino o el paladar hendido, o ambos son causados por múltiples genes heredados de ambos padres, así como también factores ambientales que los científicos todavía no comprenden totalmente. Cuando una combinación de genes y factores ambientales causa una condición, la herencia se denomina "multifactorial" (muchos factores contribuyen a la causa). Puesto que están implicados los genes, las probabilidades de que se vuelva a presentar un labio leporino o un paladar hendido, o ambos en una familia son elevadas, dependiendo del número de miembros de la familia que tengan labio leporino y/o paladar hendido.

Factores de riesgo 
Un factor de riesgo es aquello que incrementa su probabilidad de contraer una enfermedad o condición.

Los factores de riesgo incluyen:

Para el bebé:
Tener otros defectos de nacimiento
Sexo masculino
Tener hermanos, padres u otro pariente cercano que haya nacido con una hendidura oral-facial
Un genetista puede definir mejor el riesgo real, el cual puede variar enormemente entre una y otra familia
En general, si un niño de la familia tiene paladar hendido, el siguiente hijo tiene cerca de 4% de probabilidades de nacer con el mismo defecto. Si el niño solamente tiene labio leporino, el riesgo de que el siguiente hijo nazca con dicho defecto es cerca de 2%.

Para la madre durante el embarazo:
Tomar ciertos medicamentos, como anticonvulsivos (en especial, fenitoína ) o ácido retinoico (utilizado para tratar afecciones de la piel, como el acné)
Consumir alcohol
Padecer alguna enfermedad o infección
Tener una deficiencia de ácido fólico al momento de concebir o durante la primera etapa del embarazo

Diagnóstico
Un doctor puede diagnosticar el labio leporino o el paladar hendido al examinar al bebé recién nacido. Rara vez, un paladar hendido parcial o "sub mucoso" puede no ser diagnosticado por varios meses o incluso por años.
El labio leporino y el paladar hendido a veces están asociados a otras condiciones médicas. Tu médico debería ser capaz de deciros si la hendidura de vuestro  hijo es o no parte de un "síndrome".
También se puede realizar el diagnóstico prenatal (antes del nacimiento) mediante una ecografia.  El labio leporino es más fácil de diagnosticar de forma  prenatal que el paladar hendido. El diagnóstico puede realizarse desde las 18 semanas de embarazo. El diagnóstico prenatal le da a los padres y al equipo médico la ventaja de planear por adelantado el cuidado del bebé.

Complicaciones
Más allá de la deformación estética (abertura visible en el labio o en el paladar), las posibles complicaciones que pueden estar asociadas con un labio leporino o un paladar hendido incluyen, pero no están limitadas a, las siguientes:

  • Dificultades de alimentación: Se presentan más dificultades para la alimentación con las anomalías del paladar hendido. El bebé puede ser incapaz de succionar adecuadamente porque el paladar no está formado completamente.
  • Infecciones del oído y pérdida auditiva: Las infecciones del oído se deben a menudo a una disfunción del tubo que conecta el oído medio y la garganta. Las infecciones recurrentes pueden llevar a una pérdida auditiva.
  • Retrasos del habla y del lenguaje: A causa de la abertura del paladar y del labio, la función muscular puede verse reducida, lo que conduce a un retraso en el habla o habla anormal. 
  • Problemas dentales: Como resultado de las anomalías, es posible que los dientes no puedan salir normalmente y por lo general se requiere tratamiento de ortodoncia.

Cómo alimentar a un bebé que tiene el paladar hendido
La preocupación más inmediata para un bebé que tiene el paladar hendido es la buena nutrición. Para los niños que tienen el paladar hendido la succión es difícil a causa de la mala formación del paladar. Los niños que tienen sólo labio leporino (sin paladar hendido) normalmente no tienen dificultades de alimentación. A continuación te damos unas sugerencias para ayudar en la alimentación de tu bebé:
Puedes darle el pecho al bebé. Tomará más tiempo y paciencia. Estate preparada para intentar métodos alternativos si éste no le está proporcionando una buena nutrición a tu bebé. Puede utilizar un sacaleches y alimentar al bebé con leche materna mediante otras técnicas.
Manten al bebé en posición erguida para evitar que el alimento se le salga por la nariz.
Puedes utilizar otros dispositivos para la alimentación. Consulte con un especialista  para obtener más información.
Se recomiendan las tomas o comidas frecuentes y cortas. Este proceso puede ser lento y frustrante; sin embargo, tu bebé recibirá más calorías, y por lo tanto aumentará de peso.

Hay muchos tipos de biberones y tetinas en el mercado que pueden ayudar en la alimentación de un bebé que tiene el paladar hendido. Consulta con el especialista  acerca de qué tipo es el más apropiado para él.

A continuación te damos unos ejemplos:

  • Tetina NUK: Esta tetina puede colocarse en los biberones regulares o en los biberones con bolsas desechables. Puede hacerse el agujero más grande haciendo un corte entrecruzado en el medio.
  • Mead Johnson Nurserâ: Éste es un biberón suave de plástico, que es fácil de apretar y tiene una tetina grande con un corte cruzado. Con este sistema, usted puede utilizar cualquier tetina que el bebé prefiera.
  • Haberman Feederâ: Éste es un biberón especialmente diseñado con una válvula que ayuda a controlar el aire que el bebé toma y a impedir que la leche regrese al biberón.
  • Jeringuillas: Éstas pueden utilizarse en los hospitales después de una cirugía de labio leporino o paladar hendido, o ambos y también puede utilizarse en el hogar. Normalmente, se une un tubo suave de goma al extremo de la jeringa, que se coloca luego en la boca del bebé.
  • En algunos casos, pueden añadirse suplementos a la leche materna o a la fórmula (leche comercial) para ayudar a que tu bebé satisfaga sus necesidades calóricas. Consulta con el especialista  acerca de otros dispositivos para el hogar (por ejemplo, vasos de papel pequeños).


Tratamiento
A menudo, una cirugía puede cerrar el labio y el paladar. La cirugía para el labio leporino se hace, generalmente, antes de los 12 meses de edad. La cirugía para el paladar hendido se realiza antes de los 18 meses. Muchos niños pueden tener otras complicaciones. Pueden necesitar otras cirugías, cuidado dental y ortodoncia y terapia del habla cuando crezcan.
Con tratamiento, la mayoría de los niños con hendiduras orofaciales tienen buenos resultados y una vida saludable.

El tratamiento del labio fisurado y el paladar hendido depende de la severidad de la malformación. La mayoría de los niños son atendidos por equipos de cirujanos craneofaciales durante su desarrollo, y su tratamiento puede durar toda la vida. Las técnicas quirúrgicas dependen del equipo de cirujanos. Por ejemplo, algunos piensan que el maxilar se debe tratar hasta los doce años, cuando ya salieron los dientes permanentes, para evitar múltiples cirugías durante el desarrollo. Otros piensan que después es más difícil corregir los problemas de lenguaje. En todo caso el tratamiento puede ser diferente dependiendo del tipo y de la severidad de la fisura.

Entre los 2 y 3 primeros meses después de nacido, se realiza la cirugía para cerrar la hendidura del labio. Mientras la cirugía puede ser realizada poco después del nacimiento, la edad a menudo preferida es de aproximadamente 10 semanas de edad, después "de la regla de los 10" acuñada por los cirujanos Wilhelmmesen y Musgrave en 1969 (el niño tendrá al menos 10 semanas de edad; pesa al menos 10 libras (5kgs), y tiene al menos 10g hemoglobina). Si la hendidura es bilateral y extensa, puede requerirse dos cirugías, un lado primero, y el segundo lado unas semanas más tarde. A menudo una hendidura labial incompleta requiere la misma cirugía que la hendidura completa.
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Para reparar el labio leporino el cirujano realizara unas incisiones a cada lado del labio hasta la nariz







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Los dos extremos del labio leporino son aproximados para recrear un contorno normal del filtrum del labio








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La cicatriz resultante se hará menos visible con el paso del tiempo.










A menudo una fisura palatina es temporalmente cerrada usando un obturador palatal. El obturador es una prótesis hecha para encajar en el paladar y cubrir el hueco.
Las reparaciones del paladar hendido normalmente se hacen entre los 9 y los 18 meses de edad, pero antes de la edad de 2 años. Ésta es una cirugía más complicada y se hace cuando el niño es más grande y puede tolerar mejor la cirugía. El médico de tu hijo decidirá la edad exacta para la cirugía. El objetivo de esta cirugía es reparar el paladar de forma que su hijo pueda comer y aprender a hablar normalmente. Aproximadamente el 20-25% sólo requiere una cirugía palatal que consiga una válvula velofaríngea competente capaz de producir una voz normal, no hipernasal, aunque algunas veces, es necesaria una segunda operación.

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 Para la reparación del paladar fisurado se realizan incisiones a cada lado del paladar.








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Ambos extremos del paladar son aproximados para reconstruir el techo de la boca.










Prevención
Si estas embarazada o quieres tener un bebe puedes hacer lo siguiente para ayudar a prevenir las hendiduras orales-faciales en tus futuros hijos:

  • Consumir 400 microgramos de ácido fólico diariamente al tomar un multivitamínico o comiendo alimentos que contengan ácido fólico, tales como:
    • Frutas y zumo de naranja
    • Vegetales de hojas verdes
    • Pasta, arroz, pan, harina y cereales
  • No fumar o ingerir alcohol durante el embarazo.
  • Tomar medicamentos durante el embarazo sólo como lo indique el médico.
  • Tener cuidados prenatales tempranos y de manera regular.
  • Si tienes factores de riesgo para una hendidura oral-facial busca el consejo médico sobre medidas adicionales para prevenir el trastorno y considera la asesoría genética.


sábado, 8 de febrero de 2014

Aromaterapia en el embarazo y el parto

La aromaterapia es una terapia alternativa natural que utiliza aceites esenciales que se extraen de flores, tallos, raíces de plantas y hojas.

La aromaterapia puede utilizarse en el baño, en aceite para masaje, en un vaporizador o en un quemador.

Los aromas cambian nuestros estados de ánimo porque el bulbo olfativo está en contacto directo con las células del cerebro; si tenemos algún cambio emocional poniendo el aceite esencial en un quemador o esparciendo el aroma por el ambiente o simplemente en un pañuelo nos ayudará a encontrar el equilibrio.

Si se utiliza como aceite para masaje debes tener cautela, porque algunos de estos aceites pueden ser irritantes o no debes usarlos sobre todo durante los tres primeros meses de embarazo.

Durante los primeros cuatro meses los aceites esenciales recomendados son el pomelo, bergamota, naranja, melisa o sándalo. Por ejemplo, para controlar la ansiedad puedes darte un baño para relajarte con 3 gotas de sándalo y 3 de melisa.
De cinco a siete meses de embarazo, puedes prevenir las estrías con una mezcla de aceite de almendras con 3 gotas de incienso y 3 gotas de limón y masajear las piernas y los costados del abdomen. Para las piernas y tobillos hinchados por la retención de líquidos puedes usar compresas frías con agua que se mezclará con 6 gotas de ciprés.
Después de los siete meses,podemos agregar en dosis bajas manzanilla, salvia esclarea, lavanda, rosa y romero para masajes y baños relajantes.

Al usar Aceites Esenciales hay que tener en cuenta las siguientes precauciones

1. Los Aceites Esenciales en estado puro no deben aplicarse directamente sobre la piel ni sobre las mucosas externas e internas sin recomendación.
2. Mejor no aplicar sobre la piel las esencias (perfumes) sintéticos, usar únicamente en difusores ambientales
3. En caso de contacto accidental de los Aceites Esenciales con la piel, las mucosas o con los ojos, lave la zona afectada con agua abundante y después coloque unas gotas de aceite vegetal para diluir cualquier residuo dejando calmar la irritación provocada…
4. Los Aceites Esenciales puros son altamente inflamables, por lo que debe mantenerlos apartados de cualquier fuente de calor.
5. No ingerir los Aceites Esenciales por vía oral sin indicación de un profesional
6. No cambiar por su propia voluntad la indicación aromaterapeutica y no aumentar las dosis recomendadas en el tratamiento aromático.
7. Cuando no se usen los Aceites Esenciales, los frascos deben almacenarse bien cerrados, y fuera del alcance de la luz solar directa y el calor, y los niños…
8. Hacer prueba cutánea para evitar la reacción alérgica. Incluso alérgicos a perfumes pueden beneficiarse de los Aceites Esenciales. Lo más importante para la embarazada es no utilizar un aceite que le provoque alergia.
9. Algunos Aceites Esenciales, como los obtenidos de cascaras de cítricos, de Angélica o de Verbena son fototósensibilizantes, por lo que deben ser aplicados algunas horas antes de la exposición al sol ya que en zonas del cuerpo expuestas al sol pueden aparecer manchas en la piel y se debe usar los aceites esenciales dermocáusticos (canela, tomillos, oréganos y ajedrea) siempre muy diluidos ya que pueden ser irritantes para la piel.
10. Por supuesto, nunca debes utilizar un aceite esencial cuya fragancia te desagrade, especialmente ahora que tienes el olfato tan sensible, ya que podría provocarte náuseas.

Algunos Aceites Esenciales tienen propiedades que no son favorables (o son prohibidas) durante el periodo de embarazo:

EMENAGOGOS: provocan fenómenos congestivos en la membrana uterina promoviendo y regulando la menstruación, por lo que deberían ser evitados al comienzo del embarazo: Angélica, Albahaca, Alcaravea, Hisopo, Zanahoria, Mejorana, Mirra, Romero, Salvia (Salvia officinalis), Salvia romana (Salvia sclarea), Manzanilla, Lavanda (Lavandula officinalis), Comino, Hinojo, Gálbano, Jazmín, Enebro, Nuez Moscada, Orégano, Perejil, Menta, Rosa, Santonina, Estragón, Tomillo…

UTERINOS: Tonifican el útero: Salvia romana, Clavo, Incienso, Jazmín, Melisa, Mirra, Rosa…

PARTURIENTOS: Facilitan el parto: Anís, Albahaca, Salvia romana, Clavo, Eneldo, Jazmín, Enebro, Lavanda, Nuez Moscada, Perejil, Rosa, Hierbabuena

ABORTIVOS: pueden provocar un aborto: Ruda, Tuya, Artemisa…

No se debe olvidar que los Aceites Esenciales son sustancias poderosas y altamente concentrados en sus principios activos, así que no olvides el principio de Paracelso, según el cual “toda sustancia es medicamento y veneno, la diferencia radica en las dosis”. 

Los siguientes aceites esenciales son ideales para el parto. 

Debido a la sensibilidad al olor durante el parto, lo mejor es utilizar solo un par de los aceites a la vez.

Neroli, bergamota, rosa, manzanilla o incienso ayuda a aliviar el miedo y la ansiedad, y promover la relajación entre las contracciones. Estos son buenos aceites a utilizar en un difusor.

Es posible que ya esté familiarizado con la lavanda como un medio para la promoción de una buena noche de sueño. El aroma es bien conocido por ayudar a la relajación y promover la calma. El aceite también es un analgésico que estimula la circulación y la curación y puede fortalecer las contracciones. La lavanda es buena para los dolores y ayuda a equilibrar y calmar la parturienta. Después de que el cuello uterino haya dilatado al menos 2 cm, puedes considerar tomar un baño de lavanda 30 minutos. Los estudios demuestran que esto puede mejorar el progreso en el trabajo de parto y reduce significativamente la necesidad de medicamentos.

Entre las contracciones, un masaje en los pies o en la zona lumbar  puede calmar y estimular el alivio del dolor. Añadir 20 gotas de lavanda y 8 gotas de salvia en 100mls de aceite de oliva.

La Salvia (Clary sage) es uno de los aceites que se deben evitar durante el embarazo en sí, pero puede fortalecer las contracciones durante el parto. Es también un gran aceite para levantar el ánimo y reducir la ansiedad, pero no se recomienda u uso si utiliza el oxido nitroso.

Jazmín, lavanda, o compresas de salvia pueden estimular o fortalecer las contracciones y compresas frías en la frente para refrescar. Para preparar una compresa sólo tiene que añadir 3-4 gotas de aceite esencial en un recipiente con agua tibia o fría. Coloque una franela sobre la superficie del agua para absorber la película de aceite, escurra la tela y aplique sobre la zona. La compresa impregnada con Jazmín actúa como un tónico uterino, analgésico y antiespasmódico y puede ser utilizado para el alumbramiento (ayudar a la salida de la placenta).

1 gota  de Aceite de menta ofrecido en un pañuelo puede evitar las náuseas, o puede ser utilizado como un “pick-me-up” durante la fase de transición, para luchar contra la fatiga.

Si el estar en  tensión impide que se abra el cuello del útero durante las contracciones, un masaje abdominal o una compresa de 8 gotas de Nardo, 7 gotas de jazmín y verbena, y 3 gotas de limón en 100mls de aceite de oliva puede ayudar.

El aceite de rosa es un tónico uterino y antidepresivo.

El de Geranio ayuda a la respiración y aumentar la circulación.

La Mejorana es un tónico uterino que también ayuda a la respiración y puede ayudar a disminuir la presión arterial. También es un analgésico eficaz y antiespasmódico

Concentraciones

Si vas a utilizar un quemador de aceite o vaporizador añade unas gotas de aceite en el agua.
Puedes combinar dos o tres aceites al mismo tiempo, pero es mejor no usar más de cuatro.
Si necesitas un fuerte estimulo con un aceite en particular, entonces tu pareja o tu “compañero de parto” puede poner un par de gotas en un pañuelo para que lo mantengas cerca de la nariz e inhales.
Si utilizas los aceites para un masaje, utiliza 20 gotas de aceite por cada 100 ml de aceite portador. Hay varios aceites portadores para elegir: Aceite de almendras dulces, aceite de semilla de uva, jojoba, germen de trigo y aceite de oliva son buenos ejemplos.
Si tienes alergia a las nueces mantente alejada de aceites de frutos secos derivados.
Es posible que prefieras el ligero aroma de aceite de un soporte a otro, así que es una buena idea experimentar con anticipación.

miércoles, 15 de enero de 2014

¿Es beneficioso la musica para el bebe durante el embarazo?

guiademama.com
Hoy en día se habla de estimular al bebé desde que está en el vientre, pero ¿sabemos cómo hacerlo? ¿Desde cuándo? ¿Qué beneficios tiene? ¿Qué tipo de música es la más recomendada en esta etapa?

La idea de la estimulación prenatal no es nueva. Desde que en los años 60 se comenzó a estudiar con animales de laboratorio, se han realizado considerables progresos y en la actualidad se conocen mejor los mecanismos que intervienen. Los conocimientos sobre este tipo de estimulación ya se aplican a bebés desde hace más de una década, aunque no de una forma general por el momento.

El instinto de madre nos orienta a comunicarnos con nuestro bebé hablándole, y acariciando nuestro vientre, porque algo nos dice que él nos está escuchando y sintiendo y que existe entre ambos una forma de comunicación maravillosa e inigualable.

Por desgracia, toda estimulación se lleva a cabo a través de los sentidos, y un bebé en el vientre materno no es capaz de ver, no puede ser tocado, y apenas si percibe gustos y olores pero a partir de la semana 20 de embarazo ya puede oír. Por ello, aunque el pequeño aún no pueda comprender las palabras que su mamá le dice, es recomendable hablarle, ya que sí capta la musicalidad, el tono y el sentimiento que la mamá pone en las palabras que le dedica. El oído es el único sentido sobre el que se puede llevar a cabo la estimulación prenatal, y en él se basa precisamente este tipo de estimulación.

Escuchar música durante el embarazo tiene numerosos beneficios tanto para la madre, como para el bebé:

  • Se ha podido observar que ante la música los bebés responden, a través del cambio en el ritmo cardíaco, cambios en los patrones de respiración, movimientos de cabeza, tronco, ojos, brazos y piernas, gestos en sus expresiones faciales. Todas estas reacciones, aún antes de nacer y durante la primera infancia, llevan a concluir que el bebé desde el vientre materno empieza a aprender, puesto que el aprendizaje empieza cuando se distingue alguna actividad física, emocional o intelectual. Estas reacciones también dependerán del tipo de sonido y su intensidad, si hay un ruido violento, se sobresaltan al igual que un adulto lo haría, experimentando diferentes sensaciones.


  • También estimula  la producción de endorfinas en la madre. 


A través del oído, la música actúa sobre todo el ser humano, poniendo en marcha resonancias vibratorias que activan millones de células cerebrales, favoreciendo el desarrollo del cerebro. El cerebro de un bebé se desarrolla plenamente durante la segunda mitad del embarazo, una estimulación adecuada supone darle al bebé una ventaja con la que enfrentarse al mundo, ya que se actúa sobre su estructura neuronal en el momento idóneo, justo cuando es más maleable. Se realiza durante la segunda mitad del embarazo porque durante la primera mitad, sus sentidos aún no están desarrollados y es necesario que lo estén, pues esta estimulación sólo funciona a través de los sentidos.
El aparato auditivo se termina de desarrollar aproximadamente al tercer mes y medio, a partir de ese momento comienza a captar los sonidos intrauterinos y entre el cuarto y quinto mes se encontrará apto para captar sonidos del exterior, a partir de esta etapa ya puede ser estimulado por los diferentes sonidos. Hay que resaltar que los sonidos dentro del útero son diferentes a como los podemos oír nosotros, ya que los atenúa el liquido amniótico y antes de llegar al feto deben atravesar la pared abdominal de la madre.

En consecuencia, los primeros sonidos que escuchará el bebé son los intrauterinos, los que por naturaleza provee la madre: Los latidos de su corazón, sus ruidos respiratorios e intestinales, su voz; es de allí donde proviene esa tranquilidad que nos induce los sonidos rítmicos del oleaje marino o el tambor grave y lento que mimetizan los sonidos respiratorios y cardíacos escuchados en el útero. Por eso es tan importante hablarle al bebé, durante la etapa de embarazo. Por naturaleza el niño reconocerá la voz de la madre después de nacer y se sentirá más tranquilo y seguro, ya que la habrá sentido durante todo el periodo prenatal y por eso es también importante que el padre lo haga. Las voces de ambos y la música que escogemos para estimular quedarán en la memoria del bebé como aquellas experiencias placenteras, llenas de cariño y afecto o lo contrario, si es que han sido asociadas a momentos de tristeza o displacer.

Algunos estudios científicos afirman que el bebé es capaz de recordar hasta el año las melodías que ha escuchado mientras estaba en la barriga de su mamá.

¿Por qué estimular tan pronto?
Se ha visto que tras los primeros diecisiete días de concepción, el feto empieza a desarrollar las primeras conexiones sinápticas (conexiones entre las neuronas), que determinarán la estructura de su cerebro. Asimismo, se ha comprobado que la estimulación prenatal favorece el incremento de estas conexiones sinápticas. Durante el octavo mes del embarazo, tu hijo dispondrá de entre dos y tres veces más células nerviosas de las que cualquier adulto pueda tener. Sin embargo, antes del parto más de la mitad de sus neuronas habrán muerto y seguirán muriendo a un ritmo menor durante sus primeros años.
La muerte neuronal es un proceso totalmente normal, cuya causa parece encontrarse en la falta de conexiones sinápticas que la neurona establece. Si no existen estímulos, no se establecen conexiones, y la célula acaba aislada y termina por morir. La idea de la estimulación es crear el mayor número de conexiones posibles, disminuyendo con ello la muerte celular. Cuantas más neuronas y conexiones tenga un bebé al nacer, mayor será su futuro potencial de desarrollo.

¿Qué tipo de música es más adecuada durante el embarazo?
La música está compuesta de dos elementos fundamentales: El ritmo y la melodía que pueden integrarse gracias al funcionamiento del oído interno y que a su vez está compuesto por dos sistemas: el sistema vestibular y el sistema coclear.

El sistema vestibular controla el equilibrio y los movimientos corporales y se evidencian en el niño cuando es capaz luego de escuchar la música, expresar su ritmo musical, es decir bailarla o marchar al compás de la misma. Gracias al sistema vestibular la música tiene tanto impacto sobre nuestro cuerpo.


El sistema coclear es el que permite la transformación de vibraciones acústicas en influjos nerviosos que permiten la percepción de la melodía de la música o el sonido.

Escuchar es vital para garantizar el proceso de los aprendizajes tempranos. El desarrollo del proceso del lenguaje depende de cómo se ha estimulado auditivamente a los niños y niñas de edad temprana, dicho en otras palabras, de cómo hemos enseñado a escuchar a los niños. Antes que el niño comience a balbucear o expresar sus primeros sonidos guturales, el niño ya habrá entrenado su oído para enfocar los sonidos del idioma de sus padres, ya habrá aprendido a escuchar las estructuras del lenguaje que les permiten asimilarlas y memorizarlas.

Después de haber estudiado durante años las reacciones del feto en relación a la música, el investigador inglés Michele Clements llegó a la conclusión de que la música barroca, sobre todo los sonidos armónicos y agudos de Vivaldi y de Mozart, calman y relajan al niño.
Las conclusiones de Clements se confirmaron con las investigaciones de Don Campbell, autor del libro Efecto Mozart, en el cual relatan los experimentos que demuestran cómo la música del compositor austriaco y, en general, la música barroca, estimulan las nuevas conexiones de neuronas en el cerebro de los niños, porque son ricas en simetrías y en modelos recurrentes que consiguen desarrollar tanto el hemisferio derecho como el izquierdo, completando sus funciones.
Gordon Shaw, neurobiólogo de la Universidad Irvine en California,es otro de los “padres” del efecto Mozart, que apuntaba a principios de los años noventa que la actividad musical refuerza las vías neuronales implicadas en las habilidades espacio-temporales de la corteza cerebral. Este autor  dijo: "Al escuchar música clásica, los niños se estimulan, ejercitan neuronas corticales y fortalecen los circuitos usados para las matemáticas. La música estimula los patrones cerebrales inherentes y refuerza las tareas de razonamiento complejo".

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El sonido de los instrumentos que están en frecuencias más agudas provoca una vibración en la cadena de huesecillos del aparato auditivo del bebé que le permite oír ese sonido. Y los de frecuencias muy baja y grave son los que más se perciben, pero no los que más se oyen, ya que los atenúa la pared abdominal que sí deja pasar su vibración, permitiendo que se sientan. Los sonidos de los instrumentos de cuerda son los que más se oyen. El violín se oye, pero no provoca vibración en el embrión o feto; en cambio el violonchelo se oye y además provoca vibración.

El sonido del arpa no provoca vibración a través del líquido; sin embargo, el bebé en el útero puede oír su sonido y la mamá puede relajarse, ya que tiene la virtud de armonizar, tranquilizarla. Podríamos decir que el bebé por nacer, le causa tanto placer como a un adulto oír las gotas de lluvia sobre un techo.

Al margen del tipo de música que se elija, lo más importante son las emociones que despiertan en la madre. Si la música le causa placer o la tranquiliza, le permite expresar su amor, deseos y anhelos, esas emociones y sensaciones son las que serán transmitidas al bebé. No hay contraindicaciones si es que se toman las precauciones necesarias sobre el volumen y el cuidado del bebé.

Con la música fortalecemos el vinculo de la madre con el bebe, promovemos su bienestar, concentración, memoria, lenguaje gusto por la música, estimulamos su cerebro en el momento más importante de su vida. Dispón de un momento para ti y tu bebé, un ambiente de relajación especialmente para el contacto entre ambos y toma conciencia de las sensaciones físicas y placenteras que la música provee.
Sus ritmos y sus melodías estimulan, además, la creatividad y las áreas del cerebro especializadas en favorecer la motivación.

En general, con la estimulacion prenatal se han observado mejoras en los siguientes aspectos:
Los bebés naces más relajados, con los ojos y manos abiertas, y lloran menos
Duermen y se alimentan mejor
Son capaces de concentrar su atención durante más tiempo y aprender más rápidamente
Sus habilidades para el lenguaje, la música y la creatividad son superiores
Son más curiosos y captan y procesan la información más rápidamente
Demuestran una mayor inteligencia en su edad escolar
Por otra parte, no se ha apreciado en ningún caso efectos secundarios por este tipo de estimulación, ni a nivel físico, psíquico o social. Las primeras experiencias datan de hace casi veinte años y los bebés pioneros, hoy ya mujeres y hombres, fueron evaluados durante su infancia y juventud sin observar más que las ventajas derivadas de la estimulación prenatal.

miércoles, 8 de enero de 2014

Lactancia despues de mastectomía

linebacker59.wordpress.com/tag/mastectomia/


Una madre parcialmente mastectomizada, con tratamiento de quimioterapia y radioterapia posterior, va a poder amamantar a su bebé de ese pecho, además de poder hacerlo con el otro pecho. Como mucho, según el grado de exéresis o irradiación que haya sufrido, ese pecho puede producir menos leche, pero la que produzca no tiene por qué ser de mala calidad.

En la literatura médica no hay ni un solo artículo publicado en contra de la lactancia tras haber padecido un cáncer de pecho, más bien al contrario, prestigiosos médicos de diversos campos de la medicina, incluidos oncólogos y sociedades médicas apoyan a las madres que quieren lactar tras tan terrible experiencia.
La bibliografía existente al respecto, la mayoría en inglés, pero de fácil traducción, es inequívoca: es posible amamantar tras un cáncer de pecho y ello no entraña ningún peligro ni para la madre ni para el hijo, sea del pecho sano, como del que resultó afectado.

A excepción de los casos en los que se realiza amplia cirugía en ambas mamas, las mujeres que han tenido algún procedimiento en los senos, en su gran mayoría, no tienen problemas para amamantar ni más riesgo de presentar complicaciones. Sin embargo, si esto te preocupa o tienes alguna pregunta al respecto, habla con tu ginecólogo o con una matrona especializada en la lactancia antes de que nazca el bebé.

En la mayoría de casos, la leche materna es ideal para el bebé porque contiene el equilibrio perfecto de nutrientes. La leche materna es más fácil de digerir que la leche comercial de fórmula y contiene anticuerpos que refuerzan el sistema inmune del bebé. Por ello, la mejor recomendación para toda nueva madre es que amamante a su bebé.

Las mamas se componen de tejido conectivo, que comprende una red de lóbulos con glándulas lácteas capaces de producir leche y unos conductos diminutos (conductos lácteos) que transportan la leche hasta el pezón. Para poder amamantar bien, los conductos lácteos y nervios de la mama deben funcionar adecuadamente. La cirugía de las mamas, a veces, puede dañar esos conductos y nervios; pero en casos de  mastectomía parcial, lo positivo es que todavía podrás amamantar a tu bebé aunque algunos nervios y conductos lácteos de las mamas estuviesen dañados a consecuencia de la extirpación del tumor mamario.

En ciertos procedimientos, como biopsias mamarias e inclusive la cirugía para reducir el tamaño de las mamas, el método quirúrgico utilizado también puede ayudar a garantizar que la lactancia sea una alternativa factible en el futuro. En la mayoría de casos, a menos que todos los nervios y conductos sufran daños, la mujer todavía puede amamantar sin tener ningún problema vinculado a la cirugía del seno misma.

Lo que puede dificultar o imposibilitar la lactancia son los procedimientos quirúrgicos que afectan los conductos lácteos y nervios o aquellos que interfieren de manera importante con el pezón, a pesar de que hasta en esos casos, la lactancia todavía podría ser eficaz con un solo seno. Las mujeres en esa situación necesitan recibir más apoyo con la lactancia porque amamantar con un solo seno podría ser un asunto complicado, pero trabajar con una matrona o enfermera especializada en lactancia puede ayudarlas a sobrepasar los obstáculos de la lactancia.

La mastectomía parcial (lumpectomía o tumorectomía) y otras operaciones de las mamas no aumentan el riesgo de complicaciones durante la lactancia, tales como quistes lácteos (galactoceles) o inflamación e infección de las mamas (mastitis). Esas afecciones comunes no se presentan con más frecuencia entre quienes se sometieron a cualquier cirugía mamaria que entre las demás madres que amamantan a sus hijos.

Dado el historial médico de estas mujeres, es importante que vigilen estrechamente cualquier cambio en sus senos. Si durante o después del embarazo notaras algún nuevo bulto, bolita, dolor u otro cambio raro, consulta a tu médico a fin de evaluar el asunto lo antes posible.

La lactancia materna no sólo es beneficiosa para el lactante, al mejorar su estado inmunológico y reforzar los lazos madre-hijo, sino que es muy positiva también para la mujer, al mejorar su autoestima, la autopercepción y aceptación de su nueva imagen corporal. Del mismo modo, repercute positivamente en las relaciones sexuales y de pareja, fortaleciendo de este modo los lazos familiares.

lunes, 23 de diciembre de 2013

¿ Qué es el reflujo en los bebés?

preguntasalpediatra.com
Es perfectamente normal que un bebé eche un poquito de leche (regurgite) casi todas las veces que se alimenta, e incluso que vomite todo de vez en cuando, sin motivo aparente y sin previo aviso. De hecho algunos bebés escupen leche con mucha frecuencia cuando se alimentan y no muestran ninguna señal de que están enfermos. Esto se llama reflujo y la gran mayoría de los bebés, al cumplir un año, ya lo han superado.

El reflujo, también conocido como bocanadas de leche, afecta a los bebés, principalmente después de las tomas, ya sean de leche materna o de biberón.

La regurgitación se diferencia del vómito porque en éste el alimento sale por la boca con fuerza, de manera violenta y espasmódica, y es más abundante. De hecho, las regurgitaciones suelen ser  tan escasas que no impiden que el niño siga cogiendo peso.


El esófago es un canal muscular, que conduce los alimentos de la boca al estómago. En la parte inferior de ese músculo, está el esfínter que funciona como una válvula que se abre para que el alimento pase al estómago, y se cierra para evitar que el alimento vuelva o ascienda hacia arriba. Pero cuando este esfínter que separa el esófago del estómago no funciona bien, debido a su inmadurez o a su debilidad, como en el caso de los bebés, el alimento acaba por volver al esófago y de ahí a la boca, provocando acidez y vómitos. Eso es lo que ocurre cuando el bebé sufre de reflujo, un trastorno digestivo muy común en los bebés (propio de los seis primeros meses de vida).

Esto es totalmente normal... salvo que la cantidad sea excesiva (más que una cucharada), el bebé esté molesto, esté afectando su respiración o realmente se trate de un vómito tipo proyectil. En ese caso, puede tratarse de reflujo gastroesofágico, un mal que afecta hasta a un 40% de los bebés.

El reflujo gastroesofágico ocurre cuando los ácidos del estómago suben hacia el esófago y causan dolor al bebé. Todos/as los/as bebés recién nacidos/as tienen un poco de reflujo pero hay algunos en que los síntomas son más severos. Los/as bebés con reflujo gastroesofágico pueden estar quisquillosos y llorar de tal manera que parecen tener cólicos. Muchos de los/as bebés que en generaciones anteriores se tildaban de que tenían cólicos en realidad lo que tenían era reflujo. Muchas veces están inconsolables durante estos episodios y causa mucha frustración en los padres el no poder consolarlo/a. No es hasta años recientes que los médicos han comenzado a apreciar este problema como fuente de angustia en el/la bebé.

Las consecuencias más comunes del reflujo gastroesofágico en los bebés son la esofagitis (el esófago se irrita fácilmente si entra en contacto con los jugos gástricos) y las complicaciones respiratorias (con violentas crisis de tos en el niño). La consecuencia es que el esófago se inflama y produce en el niño una sensación de ardor muy molesta. Por este motivo, el pequeño llora con frecuencia. En los casos más graves, la inflamación profundiza en la pared del esófago y, cuando se cura, su cicatriz puede provocar un estrechamiento de dicho órgano.

Si el bebé no está subiendo de peso adecuadamente, se enferma frecuentemente de las vías respiratorias, siente mucha irritabilidad, no quiere tomar leche y su tez toma una tonalidad morada, puede ser motivo de preocupación, en esos casos sí puede estar indicando la presencia de una enfermedad grave. En este caso es preciso acudir al pediatra y nunca, bajo ninguna circunstancia, recurrir a suministrar medicamentos sin prescripción médica.

Entre la sexta semana y los tres meses de edad, los bebés vomitan más frecuentemente, aquí se debe poner especial atención porque el niño corre el riesgo de deshidratarse y puede llegar a producirse la llamada hipertrofia del píloro, que sucede porque crece la salida del estómago y se obstruye la salida del píloro y puede ser tan grave como para necesitar de una intervención quirúrgica.
Inhalar o exhalar con fuerza puede también producir cambios de presión que fomentan el reflujo. Este tipo de respiración se puede observar en casos de fibrosis cística, infecciones respiratorias, hipo y traqueo malacia (una anormalidad de la traquea que provoca que sea inestable y propensa al colapso). También es un síntoma de displasia bronco pulmonar, la cual es una enfermedad pulmonar crónica que puede desarrollarse en bebés que han sido colocados en ventiladores.

Los tubos naso gástricos que se utilizan frecuentemente para alimentar a bebés muy prematuros o enfermos, pueden provocar la disminución de la presión del esfinter y actuar como un camino para el reflujo. De hecho, los bebés prematuros generalmente tienen un mayor riesgo de sufrir reflujo, lo mismo que los bebés a los cuales se les alimenta con fórmula en lugar de leche humana. Se cree también que las alergias a los alimentos juegan un papel importante en algunos casos de reflujo. En el caso de los bebés con hernias hiatales, la totalidad del esfinter y una porción del estómago sobresalen hacia arriba, a través del diafragma y hacia la cavidad del pecho, predisponiéndoles al reflujo.

SÍNTOMAS
Los síntomas del reflujo varían desde vomitar, hasta dificultad para respirar. Un cuestionario que se desarrolló para ayudar a los médicos a diagnosticar esta enfermedad (Orenstein et al 1996) reveló que los siguientes comportamientos son un importante indicativo de reflujo:

  • escupir leche más de tres veces al día,
  • dolor tipo cólico que comienza poco tiempo después de tomar el pecho,
  • despertarse de noche con llanto que se alivia mamando (nuestras abuelas usaban el término “tiene canina” para describir estos/as bebés),
  • vomitar durante, o poco después de, las alimentaciones (aunque no todos/as los/as bebés con reflujo gastroesofágico vomitan y no todos/as los/as bebés que vomitan mucho tienen reflujo),
  • infecciones respiratorias frecuentes.
  • escupir más de una cucharada,
  • dolor asociado con el vómito,
  • llanto después de tomar los alimentos,
  • llanto durante más de tres horas al día,
  • arqueo de la espalda y apnea (suspensión temporal de la respiración),
  • cianosis (una decoloración azul-grisáceo de la piel causada por falta de oxígeno).


Tu hijo puede rehusar comer ya que aprende a asociar la alimentación con dolor o al contrario, querer comer constantemente porque se siente aliviado mientras succiona (lo que es especialmente cierto en niños que son amamantados). La dolorosa sensación de ardor estomacal que los adultos conocen como acidez estomacal o pirosis, provoca que los bebés estén inquietos y lloren durante la hora posterior a su toma. Esto también puede ocasionar que despierten frecuentemente durante la noche. Cuando el contenido del estómago irrita la traquea o se aspira (inhala) hacia el interior de los pulmones, entonces se puede presentar ahogamiento, apnea, cianosis o neumonía. Un bebé que simplemente escupe frecuentemente pero está contento y gana peso, no tiene mayor problema que el lavado frecuente de su ropa. Un bebé que sufre dolor y no gana peso, o que no respira adecuadamente y muestra señales de estar enfermo, debe diagnosticarse y tratarse adecuadamente.

ESTOS NIÑOS SON MÁS PROPENSOS AL REFLUJO

Los que tienen antecedentes familiares de reflujo y/o de hernia de hiato.
Los prematuros y los que han nacido con un peso inferior a la media.
Los propensos a acumular gases.
Los niños, más que las niñas.
Los bebés de temperamento nervioso.

DIAGNOSTICO

Aunque existen algunas pruebas específicas para el reflujo, incluyendo pruebas de deglución, sondeo del pH y endoscopias (la inspección visual del esófago por medio del uso de un instrumento óptico introducido dentro de un tubo), son pruebas invasivas y estresantes para el bebé y generalmente los resultados no son concluyentes. Por lo tanto, muchos diagnósticos se basan en la observación de los síntomas. Los médicos necesitan también descartar enfermedades tales como estenosis pilórica y disfunciones metabólicas que también pueden provocar vómito y retraso en el crecimiento.

TRATAMIENTO

El manejo adecuado de la lactancia en estas situaciones con frecuencia puede ayudar a la disminución de los síntomas al reducirse el suministro de leche de la madre para igualarse a las necesidades del bebé
La lactancia en sí es un tratamiento para el reflujo. Los doctores a menudo recomiendan tomas breves y frecuentes para promover la motilidad y vaciado gástrico.
Se recomienda que el bebé se sostenga en un ángulo de 45 a 60 grados mientras amamanta y que las tomas horizontales se eviten por completo. Entre tomas, el bebé puede sostenerse en posición vertical mediante el uso de cargadores, porta bebés suaves o porta bebés rígidos. Sin embargo, no se debe permitir que el bebé cuelgue fláccidamente, por lo cual se requiere de mucho cuidado y quizá del uso de sostenedores para mantenerle en la posición adecuada. También puede funcionar bien el descansar en ángulo sobre el pecho de alguien.
Succionar un seno "vacío" o un chupete ayuda al generar saliva (la cual neutraliza el ácido) y promueve la peristálisis (el movimiento involuntario similar al movimiento del oleaje en el tracto gastrointestinal el cual mueve los alimentos hacia delante) lo cual ayuda a que el estómago se vacíe con mayor rapidez. La leche artificial permanece en el estómago durante más tiempo y puede contribuir al reflujo (Heacock 1992). Ya que varios estudios muestran una fuerte conexión entre el reflujo y la alergia a la leche de vaca (Iacono et al 1996), el manejo de la dieta puede resultar ser muy efectiva contra esta enfermedad. Otros ofensores comunes son la soya, el huevo y el trigo. La eliminación durante dos semanas de todos los productos lácteos en la dieta de la madre produce frecuentemente una mejora notable en el bebé que sufre de alergia a la leche de vaca. También el consumo excesivo de cafeína por parte de la madre (la cual relaja el LES) puede provocar problemas para algunos bebés, lo mismo es cierto en cuanto a la exposición al humo de cigarrillos (Alaswad et al 1996).
Se pueden utilizar ciertos medicamentos en conjunto con otros tratamientos. Éstos incluyen medicamentos que actúan en contra de los ácidos estomacales, disminuyen la producción de ácidos, promotores de la motilidad gástrica (el movimiento de los alimentos del estómago hacia los intestinos) o el incremento del tono del esfinter.
Muchos médicos recomiendan el uso de tomas más espesas. Sin embargo, estas tomas no siempre ayudan (Bailey et al 1987), pueden interferir con la lactancia y aumentar el riesgo de alergias a ciertos alimentos. Algunos estudios han demostrado que las tomas más espesas pueden tener un efecto adverso en el crecimiento de algunos bebés, aumentando el riesgo de problemas respiratorios (Orenstein et al 1992). Debido a que las tomas más espesas permanecen más tiempo en el estómago, pueden de hecho provocar más reflujo. Por esta razón, las madres deben considerar sus opciones cuidadosamente antes de decidirse a utilizar tomas más espesas. Si una madre quiere probarlo, puede utilizar su leche extraída y espesarla con cereal y ofrecerla al bebé por medio de una cuchara antes de su toma normal en el seno.
Muy pocas veces se opta por la cirugía del esfinter, la cual es sólo para los casos más extremos que no responden a los demás tratamientos.
Los estudios demuestran que los bebés alimentados con leche artificial exhiben con mayor frecuencia síntomas de reflujo en comparación a los bebés amamantados (Como la leche materna se digiere más rápidamente tiene menos oportunidad de regurgitarse). El destetar al bebé no debe considerarse como una buena solución al problema del reflujo. Los bebés que están retrasados en su crecimiento deben evaluarse en búsqueda de enfermedades subyacentes. En muchos casos el reflujo puede controlarse a través de un buen manejo de la lactancia, posicionamiento, la dieta de la madre y educación. Cuando estos pasos no ayudan en la solución del problema, quizá se necesiten llevar a cabo más pruebas y buscar otras opciones de tratamientos.
El pediatra también puede optar por administrar antiácidos durante algunos días a los niños que sufren una fuerte esofagitis.

REMEDIOS PARA ALIVIAR AL BEBÉ


  • Registrar la ingesta de leche. La sobre alimentación es causa de reflujo.
  • Revisar cómo se alimenta al bebé. Hay que colocar al bebé con la cabeza más arriba que el resto de su cuerpo y evitar que trague mucho aire.
  • Fomentar la posición recta después de las comidas. Se sugiere la posición con cabeza elevada más de 30 grados (semisentado).
  • Alimentar al bebé con menos leche en cada toma pero de manera más seguida.
  • Darle las tomas con tranquilidad y despacito, dejándole eructar y descansar tantas veces como necesite. Si llora, hay que esperar a que se calme antes de seguir alimentándole.
  • También conviene elevar la cabecera de la cuna, ya sea con la ayuda de cojines especiales o bloques de madera.
  • Dejar el pañal del bebé un poco flojo, para que no le provoque presión sobre el estómago.
  • En ocasiones se recomienda que el bebé use el chupete entre las comidas, para aliviarle la acidez. 
  • Si no está tomando el pecho, sustituir su leche de fórmula por otra antirreflujo (son las leches “AR”).


Estos remedios para el reflujo suelen ser muy eficaces y reducen la frecuencia de las regurgitaciones. Siguiendo estas pautas el pequeño tiene que mejorar en cuestión de un par de días. Si no es así, hay que consultar al pediatra.