viernes, 18 de enero de 2013

SEGÚN UN ESTUDIO DE LA REVISTA 'NATURE'


La luz durante el embarazo, clave en el desarrollo del ojo bebé

Europa press, 17 de enero de 2013 a las 10:06

Un nuevo estudio publicado en la revista 'Nature' concluye que la exposición a la luz durante el embarazo resulta clave para el normal desarrollo del ojo.
Los científicos, liderados por expertos del Centro Médico Infantil del Hospital de Cincinnati y la Universidad de California (Estados Unidos), dicen que el hallazgo ofrece una nueva comprensión básica del desarrollo fetal del ojo y las enfermedades oculares causadas por trastornos vasculares, en particular la llamada retinopatía del prematuro que puede provocar bebés prematuros ciegos.
"Esto cambia fundamentalmente nuestra comprensión de cómo se desarrolla la retina", dice el coautor del estudio, Richard Lang, investigador en la División de Oftalmología Pediátrica del Centro Médico Infantil del Hospital de Cincinnati:
           "Hemos identificado una vía de luz de respuesta que controla el número de neuronas de la retina. Esto tiene efectos sobre el desarrollo de la vasculatura en el ojo y es importante porque varias enfermedades oculares importantes son las enfermedades vasculares".

"Varias etapas de desarrollo ocular del ratón (utilizado en el estudio) ocurren después del nacimiento", explica David Copenhague, científico de los departamentos de Oftalmología y Fisiología de la Universidad de California.
Los investigadores del estudio encontaron que la activación de la recién descrita vía de respuesta a la luz debe ocurrir durante el embarazo para activar el programa cuidadosamente coreografiado que produzca un ojo sano.
Específicamente, se indica que es importante que un número suficiente de fotones entre en el cuerpo de la madre en la gestación tardía o aproximadamente 16 días en un embarazo de ratón.
Los investigadores también fueron sorprendidos al enterarse de que los fotones de la luz activan una proteína llamada melanopsina directamente en el feto, no en la madre, para ayudar a iniciar el desarrollo normal de los vasos sanguíneos y las neuronas de la retina en el ojo.
Uno de los propósitos de la vía de respuesta a la luz es suprimir el número de vasos sanguíneos que se forman en la retina, que son críticos para las neuronas retinianas, que requieren grandes cantidades de oxígeno para formar y funcionar.
Cuando la retinopatía del prematuro ocurre en los bebés, los vasos retinianos crecen casi sin control y esta expansión continua ejerce una presión intensa en el desarrollo del ojo y en casos extremos causa un daño grave y ceguera.
El equipo de investigación dirigido por Lang y Copenhague realizó varios experimentos en modelos de ratones de laboratorio que les permitió identificar los componentes específicos de la vía de respuesta a la luz y su función.
Los roedores fueron criados en la oscuridad y en el comienzo del ciclo normal día-noche en el final de la gestación para observar los efectos comparativos sobre el desarrollo vascular del ojo.
Los investigadores verificaron la función de la vía de respuesta a la luz mediante la mutación de un gen de la opsina en ratones llamado Opn4 que produce melanopsina, en esencia, impidiendo la activación del pigmento de foto.
Ambos ratones, los criados en condiciones de oscuridad al final de la gestación y los que tienen mutado Opn4, exhibieron una expansión promiscua casi idéntica de los vasos hialoides y un anormal crecimiento vascular retiniano.
El crecimiento vascular sin marcar fue impulsado por la proteína del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGFa).

Que hacer cuando nuestro bebé tiene conjuntivitis en los primeros dias de vida


La conjuntivitis del recién nacido (o conjuntivitis neonatal) es una infección de la membrana que rodea los párpados y la parte visible del ojo. Se produce cuando se inflama la membrana transparente que mantiene los ojos húmedos y los protege de agresiones externas. Es decir, cuando se inflama la “conjuntiva”. Esta conjuntivitis aparece en los primeros 28 dias de vida
La conjuntivitis neonatal casi siempre es causada por:
  • Un conducto lagrimal obstruido
  • Infección por bacterias o virus  
  • por irritación.
Las bacterias que normalmente viven en la vagina de una mujer pueden causar una forma leve de conjuntivitis neonatal. Sin embargo, una infección por otras bacterias o virus puede ser muy grave.
  • Las bacterias más comunes que pueden causar daño ocular grave son la gonorrea y la clamidia, las cuales pueden pasar de la madre al niño durante el nacimiento.
  • Los virus que causan el herpes genital y oral también se le pueden transmitir al bebé durante el nacimiento y ocasionar daño ocular grave. Las infecciones oculares por herpes son menos comunes que las causadas por gonorrea y clamidia.
La madre puede no tener síntomas en el momento del parto, pero ser portadora de las bacterias o virus que pueden causar conjuntivitis en el recién nacido.
Síntomas
Los bebés recién nacidos infectados suelen presentar secreción en los ojos entre el primer día y las dos semanas después del nacimiento.
Los párpados y la parte blanca de los ojos (conjuntiva) están hinchados, rojos y sensibles.






Imagenes de elpuericultor.com
El bebé puede tener una secreción acuosa (lagrimeo), sanguinolenta, espesa o purulenta en los ojos.
Se suele dar la acumulación de abundantes “legañas” tras el sueño, incluso llegando a sellar los ojos.




Si el tratamiento se retrasa, se pueden formar llagas en la córnea que dañan la vista de forma permanente.
Causas de la conjuntivitis
En la mayoría de los casos, la conjuntivitis neonatal se contrae al atravesar el canal del parto y los organismos responsables son, en general, las bacterias que habitualmente habitan en la vagina, aunque también podría ser de origen vírico o con otras causas:
  • Las Clamydia, un tipo de bacteria pequeña, constituyen la causa más frecuente de conjuntivitis neonatal (conjuntivitis por inclusión). La conjuntivitis causada por Clamydia habitualmente se desarrolla entre 5 y 14 días después del nacimiento. La infección puede ser leve o grave y puede producir cantidades de pus variables.
  • El Streptococcus pneumoniae. La conjuntivitis causada por esta bacteria puede comenzar de 4 a 21 días después del nacimiento y puede o no producirse pus.
  • El Hemophilus influenzae. El comienzo de la conjuntivitis y sus efectos son iguales que en el anterior caso.
  • La Neisseria gonorrhoeae, bacteria que causa la gonorrea. La conjuntivitis causada por la bacteria de la gonorrea (conjuntivitis gonocócica) aparece entre 2 y 5 días después del nacimiento, o incluso antes si las membranas se rompieron prematuramente y la infección tuvo tiempo de comenzar antes del parto. Si se conoce que la madre del recién nacido tiene gonorrea, el niño recibe una inyección del antibiótico ceftriaxona para prevenir la infección gonorreica en los ojos y en cualquier otra parte del cuerpo.
También pueden ser causantes de conjuntivitis los virus como los adenovirus y el herpes. El herpes simple es la causa vírica más frecuente, y puede infectar sólo el ojo o también otras partes del cuerpo. En casos graves, puede desarrollarse una infección muy peligrosa que afecta a todo el cuerpo y el cerebro.
Además el recién nacido puede padecer conjuntivitis debido a los productos químicos (se ven principalmente en el recién nacido después del uso de medicamentos para el ojo para prevenir otros problemas, cuando reacciona a dichas gotas y puede desarrollar una conjuntivitis química) o a las alergias.

Pruebas y exámenes
El médico llevará a cabo un examen oftalmológico en el bebé. Si el ojo no parece normal, se pueden hacer los siguientes exámenes.
  • Cultivo de la secreción del ojo para buscar bacterias o virus
  • Examen con lámpara de hendidura para buscar daño a la superficie del globo ocular
¿Cómo puedo saber cual es la causa de la infección?
El médico examinará los ojitos de tu pequeño y te preguntará cuáles son sus síntomas. A continuación incluimos algunas causas posibles:

Un virus: Si, además de la conjuntivitis, tu hijo tiene síntomas de resfriado, es muy probable que la infección sea viral. Los virus son la causa más común de la conjuntivitis.

Una bacteria: Si los ojitos de tu pequeño producen una secreción amarilla y espesa que hace que sus párpados se hinchen o se peguen, probablemente la conjuntivitis se deba a alguna de las bacterias estafilococo, estreptococo o haemophilus.

Un alérgeno: Si notas que los ojitos de tu hijo están hinchados, llorosos y rojos, y además le gotea la nariz, es posible que esté manifestando una reacción alérgica a un agente irritante como el polvo, el polen o el humo (las reacciones alérgicas son poco comunes en bebés menores de 1 año). Si bien las reacciones alérgicas no provienen de una infección, pueden derivar en una si tu hijo permanece expuesto al agente irritante que la genera.

Tratamiento

Conjuntivitis bacteriana
El tratamiento, si se confirma la conjuntivitis, depende del tipo de bacteria que haya causado la infección. El tratamiento normalmente incluye gotas o pomadas antibióticas para los ojos, compresas templadas en el ojo y una higiene adecuada cuando se toquen los ojos infectados.
Los antibióticos generalmente se necesitan para las infecciones oculares causadas por bacterias. También se pueden emplear gotas y ungüentos oftálmicos. Las gotas oftálmicas con solución hidrosalina se pueden utilizar para remover la secreción amarilla y espesa

Si la causa es una bacteria, el médico te recetará una pomada o gotas antibióticas para que las coloques en los ojitos de tu hijo durante 7 días aproximadamente. Quizás la pomada te resulte más fácil de aplicar que las gotas: lávate las manos, luego desliza el párpado inferior de tu niño un poquito hacia abajo con suavidad y aplica una franja de pomada a lo largo del párpado (la pomada sale del tubo cuando presionas, así que sólo necesitas buena puntería). Cuando tu hijo parpadee, la pomada entrará en su ojito.

Si estás utilizando gotas, apunta el gotero hacia la comisura interna del ojito de tu niño. Posiblemente te resulte más fácil ponerle las gotas cuando el ojo se encuentre cerrado. Cuando tu niño abra el ojito, el medicamento se esparcirá.

Lava tus manos antes y después de aplicar la medicina a los ojitos de tu pequeño. Nunca compartas con nadie los medicamentos ni uses pomadas o gotas viejas: probablemente ya no estén estériles y podrían empeorar la infección.

Asegúrate de administrarle el tratamiento completo de antibióticos que le haya recetado el médico, incluso después de que los síntomas hayan desaparecido. De lo contrario, la infección podría reaparecer.

El médico seguramente te recomendará que le laves los ojitos a tu niño con agua tibia y retires suavemente la secreción seca, ya que la acumulación de secreción infectada puede disminuir la eficacia del antibiótico. Puede ser que tu pequeño se sienta también aliviado si pones una compresa tibia sobre sus ojitos.
Conjuntivitis viral

Conjuntivitis viral 

Habitualmente desaparece por sí sola en aproximadamente una semana. El médico te recomendará que mantengas limpia la zona, lavando suavemente los ojitos con agua tibia y retirando la secreción seca. Si tu pequeño no mejora en dos semanas, infórma a tu médico.

Si tu hijo tiene conjuntivitis viral o bacteriana, quizás se sienta aliviado con una compresa tibia. Simplemente moja un paño limpio en agua tibia y colócalo sobre los ojitos de tu pequeño (un buen momento puede ser mientras se alimenta si le das el pecho, o mientras le lees un cuento o le pones música relajante).
Una infección del virus herpes puede resultar más grave y puede provocar cicatrices en el ojo y pérdida de la vista. El oftalmólogo podría prescribir además medicamentos orales. También se le podría administrar fármacos antivíricos por si el virus ya se ha expandido hacia el cerebro y otros órganos o está a punto de hacerlo.
Los ungüentos o gotas oftálmicas antivirales especiales se utilizan para las infecciones herpéticas del ojo.
El resto de conjuntivitis víricas normalmente no requiere tratamiento. El médico puede recetar gotas antibióticas para los ojos, para ayudar a disminuir la posibilidad de una infección secundaria.
Los ungüentos con corticosteroides no son utilizados en los recién nacidos porque pueden empeorar gravemente las infecciones por Clamydia y las causadas por el virus del herpes simple.
En cualquier caso, y aunque por lo general la conjuntivitis se soluciona sin problemas, los papás debereis estar atentos para detectar la conjuntivitis en el recién nacido y empezar a actuar cuanto antes para evitar complicaciones.


Advertencia: Tanto la conjuntivitis bacteriana como la viral son extremadamente contagiosas. Para evitar la propagación de esta clase de infección, será necesario que te laves las manos cada vez que termines de curarle los ojitos a tu niño. Separa sus toallas, prendas de vestir y ropa de cama de las del resto de la familia, y lávalas con frecuencia.

Si llevas a tu hijo a una guardería infantil, deberás averiguar si la política del establecimiento te permite que lo envíes cuando aún tiene síntomas (algunos centros de cuidado infantil permiten que los niños regresen luego de 24 horas de tratamiento; otros, no aceptan la reincorporación hasta que la secreción ocular haya desaparecido por completo.)

Conjuntivitis alérgica
Como la conjuntivitis alérgica es consecuencia de la exposición de tu bebé a una substancia irritante, será necesario que identifiques el alérgeno y mantengas a tu niño alejado de él.

Si tu hijo tiene conjuntivitis alérgica y sus ojitos lo están haciendo sentir incómodo, una compresa fría puede aliviarlo un poco.

Posibles complicaciones
  • Inflamación del iris
  • Perforación o cicatriz en la córnea, la estructura transparente que está sobre la parte coloreada del ojo (iris)
  • Neumonia
  • Ceguera
Prevención
El tratamiento de una mujer embarazada con enfermedades de transmisión sexual previene la conjuntivitis causada por estas infecciones en el recién nacido. Dependiendo de la infección, la madre puede recibir antibióticos por vía intravenosa (IV).
En España es rutinario el poner pomada antibiotica en los ojos de todos los bebés en la sala de partos inmediatamente después de su nacimiento para ayudar a prevenir muchas de estas infecciones. Sin embargo, ninguno de los medicamentos, es siempre capaz de prevenir la conjuntivitis por Clamydia.
 Se recomienda practicar una cesárea cuando una madre presenta lesiones herpéticas activas en el momento del parto para prevenir una enfermedad grave en el bebé.

Obstruccion del conducto lagrimal  
El conducto lacrimal es muy fino, y en los bebés más.
Muchos nacen con uno o los dos taponados. El ojo le llora todos los días.

Otros no lo tienen totalmente taponado, pero es estrecho y se atasca con facilidad. El ojo le llora con frecuencia, pero no todos los días.

Suele mejorar poco a poco, y la mayoría lo tienen ya abierto antes de los 4 meses.

Pero si vemos que pasa el tiempo y para los 4-6 meses no mejora, conviene que lo vea el oftalmólogo, por si tienen que abrírselo. Si un conducto lacrimal obstruido no se ha destapado cuando el niño cumple un año de edad, se puede requerir cirugía.

Mientras tanto para intentar que se vaya abriendo solo y evitar que se infecte:

- Cuando tiene secreción al levantarse, échale un poco de suero, deja que se ablande y límpiala con una gasita húmeda. Intenta no frotar demasiado.

- Parece que dar masajes en el huequecito que hay entre el ojo y la nariz puede ayudar a que el conducto lacrimal se abra. Esto generalmente se intenta antes de comenzar con antibióticos.

jueves, 10 de enero de 2013

La subida de la leche, cómo evitar los "pechos de piedra"



Al poner a tu bebé al pecho inmediatamente después del nacimiento habrá desarrollado su reflejo de succión para tomar el calostro. Esta primera “leche”, muy rica en nutrientes, prótidos,lípidos, vitaminas y anticuerpos está presente hasta la subida de la leche. Aporta al recien nacido todos los elementos que necesita y favorece entre otros la expulsión de meconio, los residuos de la gestación y las primeras heces.

Cuando el bebé mama se estimulan los nervios del pezón. Estos nervios llevan la petición de leche a través de la columna vertebral de la madre a la hipófisis o pituitaria donde se producen la prolactina y la oxitocina, unas hormonas que fabrican la leche y la liberan a través de los pezones.
La prolactina estimula los pechos para que produzcan más leche y la oxitocina favorece las contracciones de los pequeños músculos que rodean los conductos de los pechos y los aprietan para expulsar la leche hacia las reservas que existen tras la aréola. Éstas son unas pequeñas dilataciones de los conductos, llamados senos galactóforos.

bebesymas.com
Ofreceremos el pecho al niño cada vez que dé muestras de querer mamar (despertarse, movimientos con la boca, movimientos de búsqueda con la cabeza, ruiditos, llevarse las manos a la boca). La lactancia materna a demanda no significa “cuando llore”, porque generalmente cuando el bebé llora de hambre ya lleva un rato pasando hambre.
El bebé no necesita nada más que la leche para recién nacido que obtiene mamando de su madre y no se deshidrata por tomar “sólo” calostro. Las fórmulas artificiales (antiguamente también se les daba Infusiones de manzanilla, sueros glucosados …)  llenarán rápidamente el pequeño estómago del bebé, impidiendo que tome el calostro. La lactancia debe ser exclusiva durante los seis primeros meses de vida.

A medida que los días pasan el tamaño del estómago del bebé va creciendo. El primer día, es del tamaño de una canica y su capacidad es de apenas  5 ml. A los tres días  tiene el tamaño de una canica grande (capacidad de 10 ml), y a los cinco días el de una pelota de ping-pong (capacidad de 30 ml).Conforme el estómago se agranda aumenta su capacidad, y en la misma proporción aumenta la cantidad de calostro producido en el pecho de la madre.

Entre los 2 y los 5 días postparto (en madres primíparas, un poco antes en multíparas) se produce lo que conocemos como “subida de la leche” (“bajada” en América latina), y los pechos se ponen muy tensos e inflamados, aumentan de temperatura y pezón y areola suelen estar más sensibles. Puede ser molesto, pero se alivia si se pone al niño a mamar a menudo para que los vacíe (en lactancias bien establecidas desde el principio, muchas mujeres no observan estos cambios tan drásticos) y, entre las tomas, se aplican toallas calientes o frías según la preferencia personal.
Más adelante, cuando la lactancia ya está establecida, en cada toma se puede notar una "subida de la leche" que es debida a la acción de la oxitocina. Se notará un pequeño hormigueo en los pechos cuando el bebé haya dado ya unas cuantas chupadas. Esto indica que la leche empieza a fluir (a veces sale un chorro fuerte y el bebé puede atragantarse).
La subida de la leche NO está causada por leche retenida en los pechos, sino que consiste en un aumento importante de la vascularización de las mamas, o sea un edema vascular. Si a esta inflamación se suma que se va produciendo leche y, por algún motivo, no se drena eficazmente, puede llegar a suceder  una ingurgitación patológica o plétora: Pechos piedra. El dolor es importante y la areola está tan tensa que el bebé no se puede agarrar bien.
La mayoría de ingurgitaciones patológicas se pueden prevenir  empezando a dar el pecho de forma  precoz tras el parto y asegurándonos que se produce un vaciado frecuente y efectivo  del pecho (esto podría no ocurrir por letargo del bebé, rigidez de horarios, separación, daño en el pecho, mala postura por dolor tras el parto, etc.).
Para asegurar un vaciado frecuente y efectivo  del pecho, lo mejor es:
Dar de mamar frecuentemente. Al aumentar el volumen de leche producido, es conveniente que el bebé mame frecuentemente
Cambiar la posición. Si hay zonas endurecidas por acumulación de leche, cambiaremos al bebé de postura durante la toma de manera que su mentón apunte a dichas zonas. Podemos ayudar al vaciado dando pequeños masajes circulares con la yema de los dedos en dichas zonas, y luego acompañando de masajes radiales desde la parte más externa del pecho hacia la areola. Masajearemos toda la superficie de la mama (ver masaje en extracción manual).
Comprobar que el bebé haga un buen agarre. Será indoloro y la boca del bebé no sólo cogerá el pezón, sino también parte de la areola. Si el agarre es doloroso (por grietas, mala postura, frenillo lingual, interferencias con chupetes o tetinas, etc.), la madre tiende a acortar la toma por lo que el pecho no se drena bien y aumenta la congestión. Si la mamá sola no puede encontrar un agarre indoloro, el apoyo familiar es importantísimo. Las asesoras de los grupos de apoyo pueden ayudar verificando  agarre y posición.
Intentar evitar en la medida de lo posible interferencias como chupetes o biberones
No utilices pezoneras (de silicona, destinados para proteger los pezones durante la toma). Dificultan la toma del pecho para el bebé.

Cumplir estos puntos también nos asegura que mientras llega la subida nuestro bebé tiene suficiente con el calostro que segregamos.

¿Cómo hacer frente a la ingurgitación?

Las Hojas de Col frias:

Está científicamente demostrado que la aplicación de hojas de col sobre el pecho ayuda a desinflamar las mamas. Colocaremos las hojas tal cual sobre las mamas dentro del sujetador,  previamente romperemos los nervios  de las hojas haciendo rodar por encima una botella o un rodillo. Tienen unas sustancias llamadas taninas que absorben el exceso de calor y desinflaman. Al cabo de un  rato la madre puede retirar las hojas que habrán quedado como cocidas y el pecho estará mucho mejor.

Puedes extraerte leche:

Si el pecho está muy tenso, extraer un poco de leche antes de la toma puede facilitar el agarre del niño al pecho, al disminuir la tensión y el llenado de la areola. Pero solo en caso de que el bebé no esté mamando eficazmente y tengas los pechos muy cargados, para aliviarte. No la tires, guárdala en la nevera para tu bebé y dáselo tras las tomas con una cucharilla o una tazita.
Para la extracción manual sigue los dibujos mostrados a continuación
1. Primero masajea todo alrededor el pecho por el que vas a comenzar  la extracción

albalactanciamaterna.org


2. Forma una “C” con dedo índice y pulgar y presiona hacia adentro (como intentando juntar los dedos) y hacia abajo (desde la posición inicial en los extremos del pecho hacia la areola pero termina la maniobra justo al llegar al borde de ésta). No es necesario ejercer mucha presión. Realiza movimientos repetitivos y ve cambiando la posición de los dedos para cubrir todo el area del pecho.
albalactanciamaterna.org

Si el pecho está tan tenso que no permite la extracción, aplicar  la:
- Técnica del drenaje linfático o presión inversa suavizante (PSI): Esta técnica es el mejor consejo que se le puede dar a una madre en esta situación. Consiste en un drenaje linfático con los dedos colocados rodeando el pezón tal como indica la imagen y presionando hacia la espalda durante unos tres minutos.

albalactanciamaterna.org


Al hacerlo probablemente comenzará a fluir leche, pero ese no es el único objetivo. El objetivo es que la areola quedará  totalmente blanda y el bebé será capaz entonces de mamar perfectamente y drenar la mama. Realizar antes de cada toma y siempre que tengamos la areola tan dura que no podamos hundir el dedo.

Puede ser normal tener algo de fiebre, menos de 38ºC y también es normal que mientras dure la subida, tengas los pechos blandos tras las tomas pero a los pocos minutos vuelvan a estar duros. Si tienes dolor y febrícula puedes tomar un análgesico (tipo paracetamol siguiendo las indicaciones) o consultar con tu médico para que te paute un antiinflamatorio. La mayoría son compatibles con la lactancia materna.

Con la ayuda y el apoyo apropiados, la madre puede limitarse a descansar y ocuparse de su bebé.

¿Qué no conviene hacer?

Aplicar frío: Puede hacer que se contraigan los conductos y la leche fluya peor  o puede provocar isquemia dolorosa en el pezón (falta de riego sanguíneo). Las hojas de col frescas sí están indicadas (explicado anteriormente).
No dar el pecho por las molestias de la inflamación. Esto sólo empeoraría el cuadro clínico, llevando a una ingurgitación patológica más complicada de tratar.
Vaciar en exceso. El pecho debe ser bien vaciado por el recién nacido. Si se vacía en exceso por la utilización de extractores además de por la propia succión, se corre el riesgo de sobreproducir (producir más de lo que el bebé puede consumir), lo que posteriormente puede conllevar otros problemas como congestión, obstrucciones o mastitis por vaciamiento incompleto.

Mitos relacionados

Con la cesárea se retrasa la subida de la leche

La subida de la leche se produce de manera natural tras el alumbramiento de la placenta, por la disminución drástica de las hormonas del embarazo (progesterona, lactógeno placentario) y el rápido aumento de prolactina y oxitocina. Por tanto, la cesárea en sí no retrasa la subida.
Son las intervenciones y las circunstancias derivadas las que sí pueden afectar:
La analgesia y anestesia administradas, ya que pasan a la sangre del bebé y hacen que durante las primeras 48 h-72 h esté muy aletargado.
La separación de la madre mientras a ésta la cosen.
La manipulación del bebé.
La administración de sueros y otros líquidos.
La utilización de chupetes y tetinas.

¿Y si no me sube la leche?

Normalmente las mamás empiezan a producir la leche materna durante el segundo trimestre del embarazo (varia ya que toda mujer y todo embarazo es diferente), normalmente alrededor del séptimo mes de embarazo puedes notar gotear colostro de tus pezones.

Los casos de “a mí no me subió la leche” pueden indicar:
Una subida moderada (sin aumento desmesurado del tamaño del pecho ni  de la presión o temperatura) que la madre no reconoció como tal.
Cirugía mamaria (por ejemplo reducción) que afectó a la cantidad de glándula mamaria.
Que a la madre se le han administrado fármacos inhibidores de la lactancia como la cabergolina (Dostinex) o derivados del ergot (Methergyn).
Fragmentos de placenta retenidos.
Una enfermedad de la madre diagnosticada o no, que interfiera en la producción láctea si no está bien tratada. Puede ser el caso del hipotiroidismo o el “síndrome de ovarios poliquísticos”. Ambas enfermedades bien diagnosticadas y tratadas permiten la lactancia materna.
El caso más habitual es el primero, en el que la madre no nota cambios que le hagan percibir la subida de leche. Pero si la madre menosprecia el valor del calostro, piensa que su pecho aún no está produciendo nada y administra otros líquidos, su hipotálamo deja de recibir la información de que debe producir prolactina y oxitocina, las hormonas de la leche… y rápidamente disminuirá su producción de leche.


En todo caso recuerda que el proceso dura unos tres días y luego todo vuelve a la normalidad, volverás a tener los pechos blandos y solo se endurecerán si pasan más horas de lo habitual en amamantar a tu bebé.
Lo más importante es tomarselo con calma, ponerte nerviosa sólo hará que le transmitas tu nerviosismo al bebé y la cosa se complique aún más. 

Recuerda que tienes grupos de apoyo y profesionales como nosotros dispuestos a ayudarte para que la alimentación de tu bebé cualquiera que sea la forma que has elegido para ello sea otra parte más de una experiencia alucinante. 







martes, 1 de enero de 2013

Maniobra de Kristeller: ¿Ayudando a nacer?



Feliz 2013 para todos!!! Esperamos que hayais disfrutado de las comilonas y no os hayais atragantado con las uvas. Para empezar este nuevo año lleno de proyectos con buen pie esta semana hablaremos de una maniobra alrededor de la cual existe mucha controversia que realiza el personal sanitario que asiste partos.Seguramente muchas mujeres la hayan experimentado al dar a luz a sus hijos, o bien muchos conocemos a alguien a quien se la hicieron. Se trata de la Maniobra de Kristeller. También es llamada Expresio Fetus.

El nombre de este método se atribuye al ginecólogo alemán de origen polaco Samuel Kristeller, quien hizo un estudio descriptivo sobre un método de nacimiento rápido y efectivo a mediados del siglo XIX.

Se realiza empujando con los puños o el antebrazo la parte superior del útero coincidiendo con la contracción y el pujo de la madre. La técnica debe aplicarse de una forma muy controlada a la vez que se produce una contracción uterina para ayudar a nacer al bebé en la última parte del parto.

Globedia.com
La razón más comúnmente dada por el personal sanitario para su uso es “la abreviación del expulsivo”, principalmente en los siguientes casos:

Cuando el expulsivo por la vía vaginal es muy prolongado, y por lo tanto, puede implicar riesgos para la madre y el niño.

Cuando el bebé es muy grande pero está en la posición correcta

Cuando la madre está cansada y no tiene la fuerza suficiente para empujar de forma adecuada.

El uso de la maniobra de Kristeller no significa que algo vaya mal en el proceso, sino que es vista como una ayuda más para el parto. Siempre la deberá realizar un profesional, ya sea ginecólogo o matrona.

Normalmente, la maniobra de Kristeller se realiza para acabar antes con el parto, pero no por razones de verdadera emergencia. Si éste fuera el caso, estarían indicadas otro tipo de intervenciones.

En lugar de realizar esta maniobra, los asistentes deberían respetar los tiempos de la mujer, animarla a adoptar posturas que favorezcan el descenso del feto (verticales), permitirle beber para que reponga líquidos y evitarle situaciones o intervenciones que pudieran estar aumentando su cansancio, procurándole confort físico y psicológico.

Cabe destacar que cuando se utiliza esta maniobra, rara vez la mujer está en una posición de parto vertical, es por ello que sería más simple permitirle a la mujer adoptar otra posición, antes que dejarla sobre sus espaldas y presionarle el útero.

Este procedimiento puede ser doloroso dependiendo de la presión ejercida. A veces, si la fuerza aplicada es muy grande, la mujer puede quedarse sin aire momentáneamente por la fuerza realizada en el diafragma.

En el período post-parto pueden sentirse dolores tipo "agujetas" en la zona superior del abdomen, producto de esta maniobra. También en ocasiones pueden aparecer pequeños hematomas si la fuerza ejercida ha sido muy grande y desproporcionada.

La complicación más temida, aunque rara, es la ruptura del útero. En su lugar, pueden ocurrir más frecuentemente, laceraciones en el perineo causadas por la rápida expulsión de la cabeza fetal. Otras posibles complicaciones son:

Hemorragias
Laceraciones cervicales
Desprendimiento de la placenta
Rotura de costillas
Lesión de órganos internos
Obstrucción del parto
En casos extremos algunas de estas complicaciones pueden llevar a la extirpación del útero

El bebé tampoco está libre de riesgos:

Rotura de costillas
Lesión en órganos internos
Hematomas
Hipoxia fetal
Fractura de miembros superiores
Fractura o lesión en la médula espinal
Lesiones como las del plexo braquial, que provocan la parálisis de Erb (la parálisis de Erb es consecuencia de una lesión en los nervios del plexo braquial, que controlan el movimiento de hombros, brazos y manos. Los síntomas de la parálisis de Erb incluyen parálisis de los brazos y pérdida del control de los músculos de brazos y manos.)
Desgarro del músculo esternocleidomastoideo

Estudios respaldan que el 32% de los niños con trauma asociado al nacimiento fueron sometidos a esta maniobra.

La maniobra de Kristeller ha sido ampliamente cuestionada en diversos círculos médicos, por el impacto físico que eventualmente puede ocasionar. Según opina la OMS, es una práctica poco segura y no recomendada. Incluso, la considera anticuada y con ciertos riesgos, ya que una maniobra mal hecha podría provocar graves problemas para la madre y/o el bebé.

Aún en nuestros días esta maniobra continúa siendo una práctica habitual en muchos hospitales de nuestro entorno. A pesar de esto, esta medida se ha prohibido por ley en muchos países europeos (por ejemplo, en el Reino Unido). En Italia, se recomienda la adopción de parto vaginal en lugar de una cesárea, a pesar de que durante la distocia (cuando el parto transcurre de manera anormal o dificil), esta maniobra puede ser elegible. En numerosos países del resto del mundo esta técnica está proscrita, y en muchos otros se sigue usando sin consenso ni aprendizaje y sin reflejarlo en la historia clínica.

En el Foro Internacional del Parto (Roma, 2005) se estableció que era imposible cuantificar el daño causado a las parturientas y a los recién nacidos por dicha maniobra, ya que muchas veces no se registran por posibles litigios por mala praxis.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, en sus recomendaciones de 2007, afirma que la maniobra de Kristeller está contraindicada para facilitar el descenso del feto.

Cualquier intervención médica requiere el consentimiento previo del paciente. Para recabar este consentimiento los profesionales sanitarios están obligados a informar a las usuarias, como mínimo, de las indicaciones, efectos adversos y alternativas existentes, para que puedas elegir. El consentimiento informado es una figura médico legal con un profundo fundamento ético, que es el derecho de toda persona a decidir sobre la propia salud y el propio cuerpo.  La Ley 41/2002, de 14 de noviembre, Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en Materia de Información y Documentación Clínica garantiza el derecho todo paciente o usuario a negarse a una intervención o tratamiento médico. Además, ello «no dará lugar al alta forzosa cuando existan tratamientos alternativos».

En casi ningún caso los profesionales que aún utilizan la maniobra de Kristeller informan debidamente a la paciente del riesgo al que la exponen, de manera tal que sean capaces de comprender que la maniobra de Kristeller es la causa y no la consecuencia de alguna secuela posparto que pudiera producirse.

A pesar de la controversia expuesta sobre el uso de esta maniobra una revisión de las evidencias científicas a este respecto llevada a cabo por la FAME (Federación de Asociaciones de Matronas de España) en 2011 reveló que no existen informes o registros en la historia clínica mundial acerca de su utilización, lo que dificulta la recogida de datos para realizar estudios observacionales. Tampoco se informa de los resultados adversos, para no entrar en conflictos con supuestas cuestiones médico-legales, y apenas existen ensayos clínicos aleatorizados que indiquen, con un elevado nivel de evidencia, el camino a seguir.