viernes, 13 de junio de 2014

Displasia de desarrollo de la cadera (I)

La luxación congénita de cadera se produce cuando la cabeza del fémur (hueso largo del muslo) y la cavidad de la pelvis donde éste se aloja (acetábulo) no encajan de una forma correcta. La anomalía consiste en un desplazamiento hacia afuera de la cabeza del fémur, que tiende a salirse de la cadera de forma intermitente. En los casos más graves, el hueso se coloca fuera de su posición natural de forma permanente. Es lo que se conoce como cadera luxada.

Es una de las anomalías de los miembros inferiores más frecuentes en los recién nacidos. Aparece en 3 de cada 1.000 niños. Es común que el recién nacido tenga cierta inestabilidad en la región de las caderas que en muchos casos se resuelve en los primeros días de manera espontánea.


La displasia puede ser unilateral o bilateral; cuando es unilateral, la cadera izquierda es la más comúnmente comprometida. Esto es debido a que la mayoría de los fetos al final de la gestación se sitúan en posición occipitoanterior izquierda y colocan la cadera izquierda contra la columna vertebral de la madre generando una presión adicional sobre la misma e incrementando la susceptibilidad a luxarse.

El término "luxación congénita de cadera" se refiere a un amplio espectro de deformidades de la cadera que o bien se presentan en el recién nacido o bien se desarrollan durante la infancia y que incluyen:

  • la luxación de la articulación
  • la subluxación (pérdida parcial del contacto normal entre el fémur y la pelvis)
  • la cadera luxable (cuando podemos luxar la articulación manipulándola) 
  • e incluso discretas anomalías de la forma en las que la cavidad articular es poco profunda (displasia acetabular).
Hoy día se prefiere utilizar el término displasia de desarrollo de la cadera (se utiliza el término displasia para expresar la anomalia en el desarrollo de un órgano) porque no todos los casos son diagnosticados al nacimiento y porque algunas caderas normales al nacimiento pueden ser anormales posteriormente.

Las causas que originan la displasia de cadera en el bebé no están claras. Parece ser que lo favorece el hecho de que la articulación de la cadera sea aún poco rígida en la segunda mitad del embarazo. Entre las posibles causas se encuentran:

  • la posición de nalgas
  • que sea el primer hijo
  • embarazo múltiple
  • hipertensión arterial materna
  • macrosomía del bebé (cuando el bebé es grande)
  • las hormonas que circulan en la sangre durante el embarazo y que se ocupan de que el cinturón pélvico de la madre esté relajado: estas hormonas también actúan (en fetos femeninos) en la cápsula articular, por lo que la cadera del bebé está flácida y tiende a la luxación; por este motivo es más común en niñas que en niños
  • mala postura del feto en el útero materno
  • un bajo nivel de líquido amniótico (oligoamnios)
  • antecedentes familiares
  • un embarazo postérmino
  • si el bebé presenta otras malformaciones en los pies (como el pie talo-valgo, equino varo…) o tortícolis congénita
  • desproporción pélvico-fetal (bebé muy grande y cadera de la madre muy estrecha; son bebés que nacen por cesárea porque no pueden pasar por el canal del parto)
  • cesárea
  • que se haya producido una dislocación durante el parto
  • extensión precoz y frecuente de la cadera en el bebé que afecta negativamente a la maduración de la cadera aún inmadura en el parto (por ejemplo, por una posición en decúbito abdominal (boca abajo) o por transportarlos atados a una tabla como es tradición en algunos pueblos)


Si la displasia de cadera no se trata de manera temprana, la articulación de la cadera no se formará adecuadamente. Esto dará como resultado una dificultad para mover normalmente las caderas, que podrá hacerse evidente cuando el niño empiece a caminar. La afección podrá causar dolor a medida que el niño crezca.

Síntomas


Es posible que no haya síntomas. Los que se pueden presentar en un recién nacido pueden ser:
  • La pierna con problema de cadera puede parecer que se sale más.
  • Disminución del movimiento en el lado del cuerpo con la dislocación.
  • Pierna más corta en el lado con la dislocación de la cadera.
  • Pliegues cutáneos desiguales de los muslos o las nalgas.
  • Después de los 3 meses de edad, la pierna afectada puede voltearse hacia afuera o ser más corta que la otra.
Una vez que el niño comienza a caminar, los síntomas pueden incluir: 
  • Contoneo o cojera al caminar.
  • Una pierna más corta, por lo que el niño camina sobre los dedos del pie en un lado y no en el otro.
  • La región lumbar del niño se curva hacia adentro. 


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