miércoles, 15 de enero de 2014

¿Es beneficioso la musica para el bebe durante el embarazo?

guiademama.com
Hoy en día se habla de estimular al bebé desde que está en el vientre, pero ¿sabemos cómo hacerlo? ¿Desde cuándo? ¿Qué beneficios tiene? ¿Qué tipo de música es la más recomendada en esta etapa?

La idea de la estimulación prenatal no es nueva. Desde que en los años 60 se comenzó a estudiar con animales de laboratorio, se han realizado considerables progresos y en la actualidad se conocen mejor los mecanismos que intervienen. Los conocimientos sobre este tipo de estimulación ya se aplican a bebés desde hace más de una década, aunque no de una forma general por el momento.

El instinto de madre nos orienta a comunicarnos con nuestro bebé hablándole, y acariciando nuestro vientre, porque algo nos dice que él nos está escuchando y sintiendo y que existe entre ambos una forma de comunicación maravillosa e inigualable.

Por desgracia, toda estimulación se lleva a cabo a través de los sentidos, y un bebé en el vientre materno no es capaz de ver, no puede ser tocado, y apenas si percibe gustos y olores pero a partir de la semana 20 de embarazo ya puede oír. Por ello, aunque el pequeño aún no pueda comprender las palabras que su mamá le dice, es recomendable hablarle, ya que sí capta la musicalidad, el tono y el sentimiento que la mamá pone en las palabras que le dedica. El oído es el único sentido sobre el que se puede llevar a cabo la estimulación prenatal, y en él se basa precisamente este tipo de estimulación.

Escuchar música durante el embarazo tiene numerosos beneficios tanto para la madre, como para el bebé:

  • Se ha podido observar que ante la música los bebés responden, a través del cambio en el ritmo cardíaco, cambios en los patrones de respiración, movimientos de cabeza, tronco, ojos, brazos y piernas, gestos en sus expresiones faciales. Todas estas reacciones, aún antes de nacer y durante la primera infancia, llevan a concluir que el bebé desde el vientre materno empieza a aprender, puesto que el aprendizaje empieza cuando se distingue alguna actividad física, emocional o intelectual. Estas reacciones también dependerán del tipo de sonido y su intensidad, si hay un ruido violento, se sobresaltan al igual que un adulto lo haría, experimentando diferentes sensaciones.


  • También estimula  la producción de endorfinas en la madre. 


A través del oído, la música actúa sobre todo el ser humano, poniendo en marcha resonancias vibratorias que activan millones de células cerebrales, favoreciendo el desarrollo del cerebro. El cerebro de un bebé se desarrolla plenamente durante la segunda mitad del embarazo, una estimulación adecuada supone darle al bebé una ventaja con la que enfrentarse al mundo, ya que se actúa sobre su estructura neuronal en el momento idóneo, justo cuando es más maleable. Se realiza durante la segunda mitad del embarazo porque durante la primera mitad, sus sentidos aún no están desarrollados y es necesario que lo estén, pues esta estimulación sólo funciona a través de los sentidos.
El aparato auditivo se termina de desarrollar aproximadamente al tercer mes y medio, a partir de ese momento comienza a captar los sonidos intrauterinos y entre el cuarto y quinto mes se encontrará apto para captar sonidos del exterior, a partir de esta etapa ya puede ser estimulado por los diferentes sonidos. Hay que resaltar que los sonidos dentro del útero son diferentes a como los podemos oír nosotros, ya que los atenúa el liquido amniótico y antes de llegar al feto deben atravesar la pared abdominal de la madre.

En consecuencia, los primeros sonidos que escuchará el bebé son los intrauterinos, los que por naturaleza provee la madre: Los latidos de su corazón, sus ruidos respiratorios e intestinales, su voz; es de allí donde proviene esa tranquilidad que nos induce los sonidos rítmicos del oleaje marino o el tambor grave y lento que mimetizan los sonidos respiratorios y cardíacos escuchados en el útero. Por eso es tan importante hablarle al bebé, durante la etapa de embarazo. Por naturaleza el niño reconocerá la voz de la madre después de nacer y se sentirá más tranquilo y seguro, ya que la habrá sentido durante todo el periodo prenatal y por eso es también importante que el padre lo haga. Las voces de ambos y la música que escogemos para estimular quedarán en la memoria del bebé como aquellas experiencias placenteras, llenas de cariño y afecto o lo contrario, si es que han sido asociadas a momentos de tristeza o displacer.

Algunos estudios científicos afirman que el bebé es capaz de recordar hasta el año las melodías que ha escuchado mientras estaba en la barriga de su mamá.

¿Por qué estimular tan pronto?
Se ha visto que tras los primeros diecisiete días de concepción, el feto empieza a desarrollar las primeras conexiones sinápticas (conexiones entre las neuronas), que determinarán la estructura de su cerebro. Asimismo, se ha comprobado que la estimulación prenatal favorece el incremento de estas conexiones sinápticas. Durante el octavo mes del embarazo, tu hijo dispondrá de entre dos y tres veces más células nerviosas de las que cualquier adulto pueda tener. Sin embargo, antes del parto más de la mitad de sus neuronas habrán muerto y seguirán muriendo a un ritmo menor durante sus primeros años.
La muerte neuronal es un proceso totalmente normal, cuya causa parece encontrarse en la falta de conexiones sinápticas que la neurona establece. Si no existen estímulos, no se establecen conexiones, y la célula acaba aislada y termina por morir. La idea de la estimulación es crear el mayor número de conexiones posibles, disminuyendo con ello la muerte celular. Cuantas más neuronas y conexiones tenga un bebé al nacer, mayor será su futuro potencial de desarrollo.

¿Qué tipo de música es más adecuada durante el embarazo?
La música está compuesta de dos elementos fundamentales: El ritmo y la melodía que pueden integrarse gracias al funcionamiento del oído interno y que a su vez está compuesto por dos sistemas: el sistema vestibular y el sistema coclear.

El sistema vestibular controla el equilibrio y los movimientos corporales y se evidencian en el niño cuando es capaz luego de escuchar la música, expresar su ritmo musical, es decir bailarla o marchar al compás de la misma. Gracias al sistema vestibular la música tiene tanto impacto sobre nuestro cuerpo.


El sistema coclear es el que permite la transformación de vibraciones acústicas en influjos nerviosos que permiten la percepción de la melodía de la música o el sonido.

Escuchar es vital para garantizar el proceso de los aprendizajes tempranos. El desarrollo del proceso del lenguaje depende de cómo se ha estimulado auditivamente a los niños y niñas de edad temprana, dicho en otras palabras, de cómo hemos enseñado a escuchar a los niños. Antes que el niño comience a balbucear o expresar sus primeros sonidos guturales, el niño ya habrá entrenado su oído para enfocar los sonidos del idioma de sus padres, ya habrá aprendido a escuchar las estructuras del lenguaje que les permiten asimilarlas y memorizarlas.

Después de haber estudiado durante años las reacciones del feto en relación a la música, el investigador inglés Michele Clements llegó a la conclusión de que la música barroca, sobre todo los sonidos armónicos y agudos de Vivaldi y de Mozart, calman y relajan al niño.
Las conclusiones de Clements se confirmaron con las investigaciones de Don Campbell, autor del libro Efecto Mozart, en el cual relatan los experimentos que demuestran cómo la música del compositor austriaco y, en general, la música barroca, estimulan las nuevas conexiones de neuronas en el cerebro de los niños, porque son ricas en simetrías y en modelos recurrentes que consiguen desarrollar tanto el hemisferio derecho como el izquierdo, completando sus funciones.
Gordon Shaw, neurobiólogo de la Universidad Irvine en California,es otro de los “padres” del efecto Mozart, que apuntaba a principios de los años noventa que la actividad musical refuerza las vías neuronales implicadas en las habilidades espacio-temporales de la corteza cerebral. Este autor  dijo: "Al escuchar música clásica, los niños se estimulan, ejercitan neuronas corticales y fortalecen los circuitos usados para las matemáticas. La música estimula los patrones cerebrales inherentes y refuerza las tareas de razonamiento complejo".

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El sonido de los instrumentos que están en frecuencias más agudas provoca una vibración en la cadena de huesecillos del aparato auditivo del bebé que le permite oír ese sonido. Y los de frecuencias muy baja y grave son los que más se perciben, pero no los que más se oyen, ya que los atenúa la pared abdominal que sí deja pasar su vibración, permitiendo que se sientan. Los sonidos de los instrumentos de cuerda son los que más se oyen. El violín se oye, pero no provoca vibración en el embrión o feto; en cambio el violonchelo se oye y además provoca vibración.

El sonido del arpa no provoca vibración a través del líquido; sin embargo, el bebé en el útero puede oír su sonido y la mamá puede relajarse, ya que tiene la virtud de armonizar, tranquilizarla. Podríamos decir que el bebé por nacer, le causa tanto placer como a un adulto oír las gotas de lluvia sobre un techo.

Al margen del tipo de música que se elija, lo más importante son las emociones que despiertan en la madre. Si la música le causa placer o la tranquiliza, le permite expresar su amor, deseos y anhelos, esas emociones y sensaciones son las que serán transmitidas al bebé. No hay contraindicaciones si es que se toman las precauciones necesarias sobre el volumen y el cuidado del bebé.

Con la música fortalecemos el vinculo de la madre con el bebe, promovemos su bienestar, concentración, memoria, lenguaje gusto por la música, estimulamos su cerebro en el momento más importante de su vida. Dispón de un momento para ti y tu bebé, un ambiente de relajación especialmente para el contacto entre ambos y toma conciencia de las sensaciones físicas y placenteras que la música provee.
Sus ritmos y sus melodías estimulan, además, la creatividad y las áreas del cerebro especializadas en favorecer la motivación.

En general, con la estimulacion prenatal se han observado mejoras en los siguientes aspectos:
Los bebés naces más relajados, con los ojos y manos abiertas, y lloran menos
Duermen y se alimentan mejor
Son capaces de concentrar su atención durante más tiempo y aprender más rápidamente
Sus habilidades para el lenguaje, la música y la creatividad son superiores
Son más curiosos y captan y procesan la información más rápidamente
Demuestran una mayor inteligencia en su edad escolar
Por otra parte, no se ha apreciado en ningún caso efectos secundarios por este tipo de estimulación, ni a nivel físico, psíquico o social. Las primeras experiencias datan de hace casi veinte años y los bebés pioneros, hoy ya mujeres y hombres, fueron evaluados durante su infancia y juventud sin observar más que las ventajas derivadas de la estimulación prenatal.

miércoles, 8 de enero de 2014

Lactancia despues de mastectomía

linebacker59.wordpress.com/tag/mastectomia/


Una madre parcialmente mastectomizada, con tratamiento de quimioterapia y radioterapia posterior, va a poder amamantar a su bebé de ese pecho, además de poder hacerlo con el otro pecho. Como mucho, según el grado de exéresis o irradiación que haya sufrido, ese pecho puede producir menos leche, pero la que produzca no tiene por qué ser de mala calidad.

En la literatura médica no hay ni un solo artículo publicado en contra de la lactancia tras haber padecido un cáncer de pecho, más bien al contrario, prestigiosos médicos de diversos campos de la medicina, incluidos oncólogos y sociedades médicas apoyan a las madres que quieren lactar tras tan terrible experiencia.
La bibliografía existente al respecto, la mayoría en inglés, pero de fácil traducción, es inequívoca: es posible amamantar tras un cáncer de pecho y ello no entraña ningún peligro ni para la madre ni para el hijo, sea del pecho sano, como del que resultó afectado.

A excepción de los casos en los que se realiza amplia cirugía en ambas mamas, las mujeres que han tenido algún procedimiento en los senos, en su gran mayoría, no tienen problemas para amamantar ni más riesgo de presentar complicaciones. Sin embargo, si esto te preocupa o tienes alguna pregunta al respecto, habla con tu ginecólogo o con una matrona especializada en la lactancia antes de que nazca el bebé.

En la mayoría de casos, la leche materna es ideal para el bebé porque contiene el equilibrio perfecto de nutrientes. La leche materna es más fácil de digerir que la leche comercial de fórmula y contiene anticuerpos que refuerzan el sistema inmune del bebé. Por ello, la mejor recomendación para toda nueva madre es que amamante a su bebé.

Las mamas se componen de tejido conectivo, que comprende una red de lóbulos con glándulas lácteas capaces de producir leche y unos conductos diminutos (conductos lácteos) que transportan la leche hasta el pezón. Para poder amamantar bien, los conductos lácteos y nervios de la mama deben funcionar adecuadamente. La cirugía de las mamas, a veces, puede dañar esos conductos y nervios; pero en casos de  mastectomía parcial, lo positivo es que todavía podrás amamantar a tu bebé aunque algunos nervios y conductos lácteos de las mamas estuviesen dañados a consecuencia de la extirpación del tumor mamario.

En ciertos procedimientos, como biopsias mamarias e inclusive la cirugía para reducir el tamaño de las mamas, el método quirúrgico utilizado también puede ayudar a garantizar que la lactancia sea una alternativa factible en el futuro. En la mayoría de casos, a menos que todos los nervios y conductos sufran daños, la mujer todavía puede amamantar sin tener ningún problema vinculado a la cirugía del seno misma.

Lo que puede dificultar o imposibilitar la lactancia son los procedimientos quirúrgicos que afectan los conductos lácteos y nervios o aquellos que interfieren de manera importante con el pezón, a pesar de que hasta en esos casos, la lactancia todavía podría ser eficaz con un solo seno. Las mujeres en esa situación necesitan recibir más apoyo con la lactancia porque amamantar con un solo seno podría ser un asunto complicado, pero trabajar con una matrona o enfermera especializada en lactancia puede ayudarlas a sobrepasar los obstáculos de la lactancia.

La mastectomía parcial (lumpectomía o tumorectomía) y otras operaciones de las mamas no aumentan el riesgo de complicaciones durante la lactancia, tales como quistes lácteos (galactoceles) o inflamación e infección de las mamas (mastitis). Esas afecciones comunes no se presentan con más frecuencia entre quienes se sometieron a cualquier cirugía mamaria que entre las demás madres que amamantan a sus hijos.

Dado el historial médico de estas mujeres, es importante que vigilen estrechamente cualquier cambio en sus senos. Si durante o después del embarazo notaras algún nuevo bulto, bolita, dolor u otro cambio raro, consulta a tu médico a fin de evaluar el asunto lo antes posible.

La lactancia materna no sólo es beneficiosa para el lactante, al mejorar su estado inmunológico y reforzar los lazos madre-hijo, sino que es muy positiva también para la mujer, al mejorar su autoestima, la autopercepción y aceptación de su nueva imagen corporal. Del mismo modo, repercute positivamente en las relaciones sexuales y de pareja, fortaleciendo de este modo los lazos familiares.