lunes, 15 de diciembre de 2014

Un bebé por Navidad


ellahoy.es

Si vuestro bebé ha nacido este año esta va a ser una Navidad muy especial. 

En todas las familias, por estas fechas, echamos de menos a los seres queridos que ya no están con nosotros pero una nueva vida hara que esa falta nos resulte mas llevadera.  Muchas personas sienten nostalgia o se deprimen por Navidad pero eso es prácticamente imposible cuado las fiestas navideñas son vistas con los ojos de un niño.

Los papas y mamas primerizos suelen aprovechar estas fechas para pedir a los Reyes Magos regalos aptos para la edad y crecimiento del bebé .  Es importante que tengamos en cuenta no solo la seguridad de los productos infantiles sino tambien la etapa de desarrollo a la que van dirigidos ya que en cada etapa desarrollan distintas habilidades. Por ejemplo, durante el primer año de vida los juguetes mas adecuados son los que les hacen moverse y que son agradables al tacto.

amagicmother.blogspot.com
Hablando de los Reyes Magos, si quereis llevar al bebé a hacerse su primera foto con los Reyes o Papá Noel debeis tener en cuenta que aunque a vosotros estos personajes puedan pareceros simpáticos y adorables para el bebé pueden ser figuras imponentes, que dan miedo con sus barbas y ropajes. Deja que el bebé les observe a una distancia prudencial y luego ir acercandoos sin prisa. Si el bebé sigue atemorizado manteneros, al menos uno de vosotros,  a su lado durante la foto o incluso dejadlo para otro dia.
Tambien podeis llevarle a ver la Cabalgata de Reyes, donde seguro que disfrutareis viendo su cara de asombro, pero llevadle bien abrigado y evitar esperas o caminatas largas.

Si la tradición familiar exige la celebración de las cenas navideñas en casa de los abuelos, los tios… conviene intentar respetar los ritmos propios del bebé ya que los niños son menos flexibles que los adultos y no tienen nuestra capacidad de adaptación.

Estas ocasiones de contacto familiar son buenas para la socializacion del niño pero debemos intentar no agobiarlos con constantes achuchones.

Hay que despejar el lugar de posibles peligros, ya que sobre todo si el bebé ya se mueve se dedicara a ir en busca de novedades.
o   Situar el arbol de Navidad fuera de su alcance
o   Cuidado con objetos y alimentos que puedan producir atragantamientos como pequeñas piezas del belén
o   Velas encendidas…

Las comidas de los adultos en estas fechas no son las mas adecuadas para un bebé. Si tiene  mas de seis meses y le apetece probar algo podemos darselo, siempre con prudencia y en pequeñas cantidades. Si vamos a cenar tarde, es mejor darle su cena antes para que no se desajusten sus horarios y nosotros podamos cenar mas tranquilos después.

Estas celebraciones implican acostarse tarde, una buena siesta puede ayudar al bebé a trasnochar un poco. Si vuestro bebé es un niño que tolera mal que se alteren sus horarios estar despierto a deshora puede volverle irritable. Es conveniente disponer lo necesario para, incluso fuera de casa, acostarle rodeado de las cosas que le dan seguridad (su peluche, su pijama, su mantita…) y, en la medida de lo posible,  en un espacio tranquilo.

Recordad que no solo es el bebé el que debe adaptarse a situaciones nuevas, todo ha cambiado tambien para vosotros y si intentais ajustaros al bebé en la medida de lo posible conseguiréis que sea una primera Navidad feliz y memorable para todos.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Alergia o intolerancia a la proteína de la leche ¿Cual es la diferencia?

 


La alergia a la leche ocurre cuando el sistema inmunitario interpreta equivocadamente que la proteína de la leche es una sustancia peligrosa, contra la que se debe defender el organismo.


La alergia a la leche la pueden padecer personas de todas la edades, aunque  se trata de un tipo de alergia que abunda más en los lactantes (la padecen entre el 2% y el 3%), aunque la mayoría de ellos la supera con la edad, cuando el niño tiene entre 3 y 5 años.


Muchos de los niños que son alérgicos a la leche de vaca también reaccionan a la leche de cabra y a la de oveja, y algunos también son alérgicos a la proteína de la leche de soja.


Los lactantes amamantados son menos proclives a desarrollar una alergia a la leche que los alimentados con leche artificial.  Los investigadores no acaban de entender por qué algunos desarrollan este tipo de alergia y otros no, aunque se cree que en muchos casos la alergia tiene un importante componente genético.


Los síntomas de alergia a la leche incluyen:


  •         Llanto inconsolable

  •        Irritabilidad

  •        Cólicos

  •        Calambres estomacales

  •        Vómitos

  •        Diarrea

  •        Sarpullidos

  •        Urticaria

  •        Eczema

  •        Dificultades respiratorias

Si a tu bebé le diagnostican alergia a la proteína de la leche de vaca y :


  •       le estas dando el pecho, puede ser que esté reaccionando a las proteínas de la leche que le estés pasando de tu alimentación a la leche materna. Si este fuera el caso, probablemente tendrías que cambiar tu alimentación. Tu pediatra te dará las recomendaciones oportunas.

  •    se está alimentando de fórmulas lácteas, es posible que el pediatra le recete una fórmula hidrolizada. La proteína de estás fórmulas ha sido descompuesta en partículas más pequeñas, de manera que el sistema inmunológico del bebé no los reconozca como un alérgeno (este proceso no altera el valor nutritivo de la fórmula).

Controlar la alergia a la proteína de la leche de vaca supone eliminar todo tipo de leches de vaca de la alimentación del bebé. Esto implica acostumbrarte a leer todas las etiquetas e ingredientes de cada alimento, ya que puede estar presente donde menos te lo imaginas.


La alergia a la leche no es lo mismo que la intolerancia a la lactosa. Esta afección, que consiste en la incapacidad para digerir el azúcar lactosa que contiene la leche, es muy poco frecuente en los lactantes y mucho más frecuente en los niños mayores y los adultos.


Mientras que la alergia a la leche supone una reacción inmune a una o más de las proteínas presentes en la leche, una intolerancia no afecta al sistema inmunitario. Esta surge de la incapacidad de digerir ciertas sustancias de la leche.


La intolerancia a la lactosa es extremadamente rara en los bebés. Entre un 5 y un 15% de personas de raza caucásica y mas del 80% de personas de ascendencia africana y asiática desarrollan con el tiempo intolerancia a la lactosa, pero los síntomas  no empiezan por lo general hasta finales de la niñez o comienzos de la edad adulta.


Otra afección transitoria que es común en las primeras semanas de vida y puede llegar a persistir durante varios meses es lo que se conoce como deficiencia funcional de lactasa. El bebé tiene deposiciones muy acuosas y muchos gases pero por lo demás esta sano.  Esto quiere decir que aún es demasiado pronto para que el bebé digiera correctamente la leche como alimento.  A medida que el bebé crece y aumenta de peso la deficiencia funcional de lactasa se irá reduciendo y será conveniente volver a introducir la leche en su dieta.


 



Alergia o intolerancia a la proteína de la leche ¿Cual es la diferencia?