Enterarse en cualquier momento del embarazo de que el bebé
que esperáis ha muerto, o se está muriendo, supone un shock devastador.
Incluso cuando sospechas que puede que al bebé le pase algo
malo, saber con certeza que tu bebé ha muerto es demoledor. Puede que también
hayas tenido que enfrentarte al estrés y la ansiedad de tener que esperar para
que la muerte del bebé pudiese ser confirmada. Puede que incluso después de
confirmar la muerte de tu bebé encuentres difícil de aceptar lo que ha pasado.
Especialmente si, como a veces ocurre, puedes sentir al bebé moverse cuando
cambias de posición.
La experiencia de cada padre es algo individual, y cada
circunstancia es diferente, pero la muerte de un bebé puede acarrear un duelo
que es más profundo y dura mucho más de lo que la mayor parte de la gente se
imagina. Muchos padres dicen que no creían posible sentir tanta pena. Puede que
experimentéis todo tipo de reacciones emocionales y físicas después de la
muerte de vuestro bebé, algunas de ellas inesperadas.
Cómo nacerá el bebé
En la mayoría de los casos la mamá está bien físicamente y
un medico o una matrona os explicará que es lo que hace falta que pase.
Salvo que haya una razón medica para que te hagan una cesárea,
los médicos normalmente recomiendan que se induzca el parto y tu bebé nazca de
forma natural. Esta manera es más segura para ti desde el punto de vista médico y es más probable que te recuperes más
rápidamente. Una cesárea, supone una cirugía abdominal importante, y supone más
riesgos para la mamá y puede también desencadenar problemas con futuros
embarazos y partos.
La idea de dar a luz a un bebé que ha fallecido supone un gran
shock para muchos padres. Con tiempo y apoyo del personal médico la mayoría de
padres acaba aceptando la idea del parto. Aunque suene extraño muchas madres
que han pasado por esta experiencia dicen que sienten que el dar a luz a su
bebé era lo correcto.
Reacciones
emocionales
La mayoría de los padres están en shock especialmente en los
primeros días después de la muerte de su bebé. Puede que te parezca difícil
entender lo que ha ocurrido, incluso entender y recordar lo que la gente te está
diciendo. Puede que llores, incluso cuando no te lo esperas. Algunos padres se
dan cuenta al despertarse que han llorado mientras dormían. Otros se despiertan
sintiéndose bien por un momento y luego recuerdan lo que ha sucedido.
Las mamás en particular a veces se sienten culpables y se
culpan por la muerte de su bebé.
La ira es una reacción común ante la perdida. Puede que estés
enfadado contigo mismo, con tu pareja, con el bebé, con Dios, o con el
profesional sanitario que cuidó de ti o de tu bebé. Puede que incluso estés
enfadado con otros padres que tienen bebés sanos. Cuando tu vida se ha
desmoronado normalmente es muy difícil
aceptar que, para la mayoría de la gente, la vida sigue como si nada.
Reacciones físicas al
duelo
Muchos padres pueden sentir algo similar a pánico. Puede que
tengas palpitaciones o dolor en el pecho. Puede que notes como una opresión en
el pecho o que notes que suspiras mucho. Puede que tengas nauseas o, incluso,
diarrea. Puede que tengas un nudo en la garganta, o “mariposas” en el estomago.
Puede que no seas capaz de comer nada o, por el contrario, puede que no seas
capaz de dejar de comer. Puede que te sientas exhausto pero que no seas capaz
de conciliar el sueño. Puedes tener sueños o pesadillas muy realistas.
Si vuestro bebé paso tiempo en la unidad neonatal puede que hayáis
tenido que enfrentaros a la montaña rusa emocional que supusieron los cambios
en su estado. Puede que hayáis tenido el estrés añadido de tener que viajar
largas distancias desde y hasta vuestro domicilio para visitar al bebé
Las mamás
Para muchas madres la muerte de su bebé es algo muy físico
además de emocional. El bebé que ha estado creciendo y moviéndose dentro de
ella de repente ya no está.
Después del parto tu cuerpo sigue reaccionando como si
tuviera un bebé al que cuidar. Tendrás el sangrado vaginal postparto
característico (loquios), y tus pechos muy probablemente empezaran a producir
leche. Estos recordatorios físicos del bebé pueden ser dolorosos y también
estresantes. Tu medico puede darte medicación para suprimir la subida de la
leche.
Muchas madres también sufren los “entuertos” (dolores
parecidos a la regla que ocurren al irse contrayendo el útero a su tamaño
inicial). Otras tendrán puntos o la cicatriz de una cesárea y necesitaran
analgesia. A demás del duelo muchas madres también sufren los llamados “baby
blues” unos días después del parto.
Las madres suelen tener una mayor inclinación que los padres
a expresar sus sentimientos. Puede que lloren y hablen mucho sobre lo que ha
pasado, como se sienten, y lo que están haciendo para sobrellevar el dolor.
Los Papás
Cuando un bebé muere a menudo parece que la atención se
centra en la madre y la pérdida del padre puede pasar desapercibida. Pero tú,
como padre, también has perdido un bebé aunque al mismo tiempo se espera de ti
que escondas tu dolor y seas “fuerte”.
Normalmente cuando el bebé ha muerto o está muy enfermo se
suele esperar que seas tú el que informes a vuestros familiares y amigos. Si
uno de tus familiares o amigos quiere ayudar con esto puede que haga que las
cosas sean un poco más fáciles para ti.
Puede que te pidan que tomes decisiones difíciles como
permitir un examen postmortem del bebé o como vais a organizar el funeral. Todas estas decisiones es mejor que las toméis
en pareja y que os toméis todo el tiempo
que necesitéis.
Por desgracia la muerte de un bebé pone mucha presión en la
relación de pareja. Cuando dos personas experimentan el duelo de forma
diferente puede ser muy difícil ayudarse el uno al otro. Es muy común tener
problemas de comunicación y luego otros probablemente suelen venir después.
Un problema muy común es cuando el marido o novio intenta
ser “fuerte” para apoyar a su pareja, o intenta estar alegre para ayudarla y
ella lo interpreta como que a él no le importaba el bebé. Si normalmente no
hablas de tus sentimientos, probablemente sea difícil empezar ahora, pero
podrías decir “me importa mucho que nuestro bebé haya muerto pero no puedo
hablar de ello”.
Otro problema puede ser que
sientas que tu mujer o tu novia te piden demasiado. Puede que sientas
que ella te pide que seas fuerte y paciente con ella en un momento cuando tú
también necesitas ayuda y apoyo.
Muchos padres se sienten incómodos con frecuentes y abiertas
expresión de emociones. Se pueden sentir indefensos e inseguros sobre qué
decir, o bajo presión para expresar mas
emociones de las que se creen capaces. Algunos padres dicen que hay ocasiones
en las que les gustaría “desconectar”, “cerrar” o alejarse un rato.
Hay padres que dicen que ponen sus sentimientos “en pausa”
por un tiempo y se concentran en apoyar a la madre y planear el futuro. Muchas veces también se espera que los padres
vuelvan a trabajar muy pronto tras el fallecimiento de su bebé y esto hace que
algunos hombres ignoren su duelo y se concentren en “seguir adelante con la
vida”
Problemas sexuales
después de la pérdida de un bebe
Los problemas sexuales son difíciles de tratar con extraños
en cualquier circunstancia pero, cuando aparecen como resultado de un acontecimiento
trágico como la pérdida de un bebe intrautero, no solo hacen que los padres en
duelo se sientan aislados de cualquier ayuda sino también el uno del otro en un
momento cuando el soporte mutuo es esencial.
Cada miembro de la pareja puede estar reaccionando de una
forma muy diferente al otro y puede que no sean capaces inmediatamente de
entender los sentimientos del otro.
El duelo que los padres sienten después de la muerte de su
bebe puede tener un efecto beneficioso en su relación personal. El sexo se
puede convertir en una extensión de su mutuo apoyo y comunicación y en una
muestra del amor y afecto del uno por el otro.
Es importante que, sobre todo el hombre, tenga muy en cuenta
los sentimientos de su pareja al comenzar de nuevo a hacer el amor. Lo último
en estar “dentro de ella” fue su bebe y este es un recuerdo al que a lo mejor
ella desea aferrarse. El cuerpo de su pareja puede parecerle una “intrusión”.
El sentimiento de culpa muchas veces impide que uno o los
dos miembros de la pareja disfruten nuevamente de su vida sexual. Cuando el sentimiento de culpa a uno de los
miembros de la pareja durante el acto sexual su compañero/a puede que no
entienda este súbito cambio y se sienta rechazado y dolido. La tensión se
acrecienta y los problemas pueden hacerse cada vez mas exagerados.
Incluso después de la cuarentena puede que la vagina continúe
estando sensible, especialmente si el parto fue complicado de alguna manera.
Ambos miembros de la pareja pueden ser excesivamente cautelosos hasta superar
el miedo a la posibilidad de que el acto sexual resulte doloroso.
Muchas parejas encuentran difícil reiniciar la parte sexual
de su relación después de la muerte de un bebe intrautero a pesar de quererse
mucho mutuamente. Otros parecen haber restablecido su relación sexual solo para
tener problemas muchos meses después.
Muchas veces no son capaces de ver que sus problemas derivan
directamente de su duelo por el bebe y
su relación puede sufrir desastrosamente como resultado.
El duelo puede traer consigo algún tipo de depresión. La
depresión a su vez suele estar relacionada con pérdida de apetito, fatiga,
insomnio y otros efectos secundarios. También puede incluir pérdida del apetito
sexual. Según se va resolviendo el duelo, la depresión va desapareciendo y también
los efectos de esta.
El proceso no se puede enterrar ni forzar y es necesario que
ambos miembros de la pareja muestren mucha paciencia y comprensión con el otro.
Unido con el tema del sexo va el del embarazo. Ahí es donde se encuentra la raíz de muchos
de los problemas que las parejas experimentan. Bien el miedo a otro embarazo, o
la obsesión por otro embarazo puede producir tal ansiedad que la vida sexual se
resiente y a veces se vuelve inexistente.
El miedo sobre el éxito o fracaso de un futuro embarazo va a
estar presente y es muy real aunque a veces sea irracional. La ayuda de un
profesional en el que la pareja confíe, puede muchas veces ayudar a mitigar esos
miedos aunque es poco probable que desaparezcan por completo hasta completar
con éxito otro embarazo y parto.
Cuando otro embarazo se convierte en una obsesión el sexo se
convierte en un medio para un fin, una forma de quedarse embarazada, algo
mecánico, una sesión de “hacer bebes”. Deja de tener ningún valor emocional y
rápidamente deja de ser algo placentero para ninguno de los miembros de la
pareja. Como resultado, uno u otro, normalmente el hombre, pierde interés y la
vida sexual de la pareja decrece hasta dejar de existir. El embarazo que ambos
quieren tan desesperadamente supone tal obsesión que “mata” la relación sexual
que necesita para existir.
Hablar de ello y compartirlo con alguien suele ayudar mucho
con todo este tipo de problemas. Los
problemas sexuales son algo a lo que la
pareja debe enfrentarse junta. La ayuda profesional está disponible y aceptando
que el problema existe y que no se pueden enfrentar a ello solos es
probablemente el paso más importante para resolverlo.
Los hermanos
Los niños pueden verse profundamente afectados por la muerte
de un bebé. Los niños pequeños se dan
cuenta rápidamente de cambios en las personas más cercanos a ellos, incluso
cuando son muy pequeños para comprender lo que ha pasado. Esto puede hacer que muchos niños se sientan
ansiosos e inseguros. Puede que se porten mal, lo que puede hacer que sea muy
difícil para unos padres destrozados el ocuparse de ellos.
Los abuelos
Cuando un nieto muere, los abuelos se enfrentan a una doble
carga, tu propio duelo por el bebe y el sufrimiento de tu propia/o hija/o.
Siempre es triste cuando
alguien fallece pero la muerte de un bebe es especialmente trágica, ya
que llega cuando se esperaba una nueva vida.
El futuro abuelo/a normalmente espera una relación especial
con su nieto/a, pero si el bebe muere, esa relación se pierde.
También la muerte de un nieto puede reavivar la memoria de
otras pérdidas en vuestras vidas, pero al mismo tiempo vuestro duelo puede
pasar desapercibido ya que la atención esta principalmente en los padres.
Como padre sientes dolor cuando tu hija/o sufre. Puede que
te sientas desamparado porque no puedes proteger a tu hija/o del dolor. Puede
que te sientas dado de lado si tu hija/o recurre a otra persona en el proceso
de duelo.
Amigos y familiares
Cuando muere un bebé antes del parto o poco después a todo
el mundo le pilla por sorpresa. Los padres vuelven del hospital con las manos vacías,
enfrentándose al estrés y al dolor del duelo.
Puede que no conocieras al bebé pero para sus padres era una
persona real, alguien a quien habían llegado a conocer y querer durante los
meses de embarazo. Aunque no puedas ver la “falta” en la familia supone una
verdadera pérdida.
Cómo puedes ayudar
-
Ponte en contacto con los padres, no asumas que
prefieren estar solos
-
No evites a los padres, no evites la situación.
-
Visítalos y da a los padres la oportunidad de
hablar sobre lo que ha pasado. Normalmente no necesitan que les animes y hablar
les ayuda.
-
Averigua si el bebé tenia nombre y úsalo, hace
que el bebé parezca más una persona real. Si los padres no habían elegido un
nombre animales a que lo hagan.
-
No te avergüences ni te sientas culpable si
lloran. Tú no has provocado las lagrimas solo estaban esperando para
derramarlas. Tampoco tengas miedo de llorar tú, estas demostrando que te
importaba.
-
No te preocupes mucho sobre “decir lo correcto”.
-
Diles cuanto lo sientes
-
Estate preparado para hablar del bebé.
-
Recuerda que los padres en duelo pueden ser muy
sensibles a cualquier cosa que digas.
-
Estate preparado para sentarte y escucharles.
-
No digas “tenéis suerte de tener otros hijos” o “pronto
tendréis otro bebé” ya que esto puede hacerles daño. Los padres están sufriendo
por el bebé que han perdido, otros hijos no serán un sustituto.
-
No culpes a nadie por la muerte del bebé,
incluso si los padres lo hacen.
-
No digas “se como os sentís” salvo que tu
también hayas perdido un bebé.
-
No les des consejos sobre “lo que deberían
hacer”.
-
Puede que estén muy nerviosos durante el
siguiente embarazo. El nuevo bebé no va a arreglar todo, puede que traiga de
nuevo muchos recuerdos tristes.
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